Desde el pasado 6 de noviembre, los dos Juzgados de Instrucción y Primera Instancia de Ciutadella funcionan con un único juez quien, además, actúa como magistrado sustituto al no ser oficialmente el titular de la plaza de Ciutadella. La situación de precariedad ha motivado ya la suspensión de varios juicios debido a la imposibilidad de que un único juez asuma los casos de dos juzgados.
Sergio López, juez de carrera titular hasta principios de mes de la plaza de magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 1 cesó el pasado 6 de noviembre después de haber solicitado un traslado a Palma. Desde ese día, se está trabajando para nombrar un juez sustituto, pero todo apunta a que hasta la próxima semana esta vacante no será cubierta. Esto concentra toda la actividad judicial de Ciutadella en la persona de José Manuel Torres Braos, quien ahora mismo está al frente del Juzgado de Instrucción número 2. No obstante, Torres Braos también ejerce este cargo de manera provisional, puesto que se encuentra en este sitio en sustitución de otra juez titular que renunció al puesto, Raquel Martínez.
Si bien seguramente la próxima semana se nombrará un juez provisional para el Juzgado número 1 y de nuevo la sede judicial de Ponent tendrá dos magistrados, algunas fuentes judiciales y de la abogacía advierten de la situación de incertidumbre en la que trabajan actualmente los juzgados. Sobre el papel, estos jueces sustitutos pueden realizar las mismas funciones que un magistrado con la plaza en propiedad. Ahora bien, algunas fuentes aseguran que es más difícil que un juez sustituto pueda avanzar en los casos con gran recorrido y que se arrastran ya desde hace tiempo, puesto que necesitan más tiempo para ponerse al día de unos asuntos que, en el caso de contar con un mismo juez titular durante un largo período de tiempo, ya serían conocidos. Estas fuentes aseguran que el tiempo que estos nuevos jueces deben dedicar a empaparse de los casos pendientes podría dedicarse a avanzar en las investigaciones en caso de disponer de un magistrado con continuidad en el puesto.
En este sentido, cabe recordar que en el Juzgado número 2 de Ciutadella se instruye, por ejemplo, el llamado caso CITUR, en el que se investigan las presuntas irregularidades cometidas en el área de Turismo del Ayuntamiento de Ciutadella durante el mandato de Llorenç Brondo y Gabriel Cardona. El sumario del caso supone más de 6.000 folios, un buen número de abogados con diferentes estrategias para intentar que su defendido corra la mejor suerte y un auto del mes de abril que da por acabada la investigación y abre la puerta a la celebración del juicio. Ahora bien, la celeridad o no en la finalización de este caso dependerá, por un lado, de la estrategia de los diferentes letrados, y también de la voluntad del juez que ahora ocupa el Juzgado número 2 de sacar adelante esta importante causa, según afirman varias fuentes de la abogacía.
Desde el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears se asegura que en breve se sacarán a concurso las dos plazas de los juzgados de Ciutadella. Ahora bien, fuentes judiciales consultadas por este periódico entienden que no será hasta marzo cuando se pueda resolver el concurso, siempre que haya candidatos a ocupar una plaza que generalmente ha sido propiedad de jueces relativamente jóvenes y recién licenciados.
Precariedad en los titulares y también en las instalaciones
Los Juzgados de Instrucción y Primera Instancia de Ciutadella muestran inestabilidad en las plazas de juez, pero seguramente su mayor problema a día de hoy es la precariedad de sus instalaciones. La sede actual se ha quedado claramente pequeña, y es especialmente grave la situación del Juzgado número 2, con una falta de espacio más que evidente.
Desde hace años está en proyecto la construcción de una nueva sede judicial en la zona de Santa Rita, pero la iniciativa está encallada. El Ayuntamiento aún no ha culminado la compra de los terrenos, y además la diferencia del precio que quiere pagar la Administración y lo que quieren recibir los propietarios ha derivado este tema precisamente a los tribunales, a la espera de que se dicte el precio definitivo a pagar.
Durante el pasado mandato se habló de la posibilidad de alquilar de manera temporal unos locales para trasladar las dependencias de uno de los dos juzgados. Se miraron incluso algunas dependencias, pero finalmente la idea no cuajó, y la idea ha quedado en el olvido. La falta de presupuesto actual y los recortes generalizados no pronostican un futuro optimista para este proyecto.
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