El control. A las cuatro de la madrugada, un vehículo de la Policía Local apareció en Es Pla para comprobar que los locales cumplían la normativa de 1977. - Jaume Fiol

TW
0

Pasada la medianoche del viernes, un viento me recuerda que he hecho bien escogiendo la manga larga y dejando las camisetas veraniegas en el armario. Bajo a la zona de ocio por excelencia de Ciutadella, Es Pla de Sant Joan, revolucionada esta semana después de que siete días atrás se restringieran los horarios de los locales de esta zona al darse cuenta el equipo de gobierno que estaba aplicando una ley que no podía aplicarse.

A la una de la madrugada el ambiente es más bien pobre. Quizás el tiempo no ayude, pero tampoco lo hace, aseguran los empresarios de la zona, la normativa municipal. Una semana después, y a pesar de haber mantenido un encuentro con la concejala de Gobernación, aún se confiesan sorprendidos e indignados por el cambio de normativa que les han explicado de viva voz pero sin ningún papel que lo acredite. Estas modificaciones han empezado a hacer mella en Es Pla.

En la madrugada del viernes, por ejemplo, se podían ver cinco locales cerrados, a parte de los que ya han dado por cerrada la temporada. "No nos sale a cuenta abrir solo hasta las cuarto de la madrugada", explican los empresarios, quienes aseguran que estos cierres han tenido también sus efectos en la contratación de personal. "Hoy (por el viernes), hay unas 50 personas menos trabajando en Es Pla que la pasada semana", sentencian desde los empresarios de Es Pla. El propietario de uno de los locales aventura que, de la pasada semana a ésta, su facturación ha bajado un 70 por ciento "porque tengo que echar la gente a la calle a la hora en que empiezan a entrar más asiduamente".

La situación, explican, ya está en manos de los abogados.

Lea toda la información de esta noticia en nuestra edición impresa o en Kiosko y Más