¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación?
Cuando algo es vocacional, la profesión te elige a ti, y la verdad es que no recuerdo haber querido ser otra cosa, así que estudié Arte Dramático. Es un trabajo inestable, por lo que debes compaginarlo con otras cosas para sobrevivir. He trabajado en diversos campos dentro de la profesión pero lo que más he hecho es precisamente lo que más me gusta, teatro infantil y contar cuentos. Es duro pero un aplauso es la mejor recompensa.
¿Cómo describiría el papel del cuentacuentos?
El cuentacuentos es un oficio legendario que procede de los antiguos oradores. Para dedicarse a ello primero hay que ser lector, y tener algo que decir al mundo porque las palabras tienen mucho poder. Los cuentos educan y los niños son muy receptivos. Las historias de ahora ya no son las de antes. Ya no "comen perdices", si no que se adaptan a los nuevos tiempos. Los cuentos antiguos eran muy machistas. Si los analizas te sorprende la cantidad de detalles que hay en ese sentido. Ser cuentacuentos requiere una preparación. Muchos de ellos tiene formación en Letras.
¿Qué tipo de mensaje incluye usted en sus historias?
Lo primero es conseguir que los niños se rían porque así se relajan, confían, y es cuando puedes lanzar el mensaje. Creo que hay que saber gestionar sus emociones para que aprendan de todo lo que está sucediendo. Para mí es importante el respeto por el medio ambiente y el planeta. Aquí saben mucho de ecología y así se puede generar un espacio donde puedan compartir. Se lo pasan muy bien y son muy agradecidos. Los profesores también se involucran mucho. Por otro lado, creo que es fundamental fomentar la magia infantil, para desarrollar la creatividad.
Durante los meses estivales trabaja en un local vendiendo vestidos, aunque también está relacionado con la creatividad...
Surgió la oportunidad de gestionar una tienda de diseño de moda, donde cada vestido tiene el valor que debe tener. Tienen nombre y están preparados para ser expuestos en museo. Es el concepto de entender el estilismo como parte de tu creatividad. Creo que en esta época de comprar por comprar hay que dar valor a las prendas que tenemos y todo lo que hay detrás de su elaboración.
¿Planes en mente que le hagan ilusión?
Me gustaría "vivir del cuento". Intento mover todo esto porque actualmente hay que vender tu habilidad más que tu trabajo por horas. Y, por otro lado y a pesar del estrés, saber encontrar tiempo para las cosas realmente importantes de la vida, como un beso, un abrazo, el afecto, o una buena conversación.
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