Espectacular. Hasta el último remache del Douglas brillaba con intensidad. Su restauración en Estados Unidos costó 2 millones de dólares - Paco Sturla

Espectacular. Hasta el último remache del Douglas brillaba con intensidad. Su restauración en Estados Unidos costó 2 millones de dólares - Paco Sturla

Redacción MenorcaMaó17/06/12 0:00
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El Real Aeroclub de Mahón cuenta con un nuevo y exclusivo socio, Hugo Mathys, el empresario suizo que, el pasado jueves y a petición del presidente de la entidad, José Luis Barrero, exhibió sus aviones clásicos en las instalaciones de Sant Lluís, para deleite de los socios del aeroclub y de los aficionados a la aviación que acudieron al conocerse la noticia. Así, Mathys y su equipo de pilotos fue obsequiado por la dirección del aeroclub con unas camisetas del 40 aniversario de la asociación y unas gorras, además del libro "Historia de la aviación en Menorca", escrito por el que fuera presidente del Real Aeroclub Antoni Pons Villalonga. El veterano de la entidad ocupó uno de los asientos del DC3 y disfrutó de la ocasión única que brindó el empresario suizo de volar en sus aviones, una invitación que se hizo extensiva a los periodistas de la televisión autonómica IB3 y del diario "Menorca".

El sencillo pero sentido homenaje y acto de hospitalidad hacia los visitantes se vio correspondido, como explicó ayer Barrero, por el alta como socio del Real Aeroclub de Hugo Mathys. Este empresario del sector médico ha invertido 250.000 dólares sólo en la compra del Douglas C-47 y nada menos que dos millones de dólares en su restauración, durante ocho meses, en una empresa especializada de Wisconsin (Estados Unidos). Además, es propietario de otro avión deportivo de menor tamaño y de un jet privado para sus viajes de negocios.

Lo cierto es que sobrevolar la Isla a bordo del DC3 fue una experiencia única, sintiendo la contradicción de contemplar los tranquilos e idílicos paisajes que ofrece Menorca desde el aire, sin poder evitar que los pensamientos huyeran a los años de la segunda gran guerra, cuando el interior de este avión, ahora cómodo y cuidado, transportaba tropas al frente. Más tarde también fue utilizado para la aviación comercial, por compañías como Spantax, con capacidad para 28 pasajeros, aunque ahora ofrece mayor amplitud y 16 asientos.