Cala Figuera. La parcela que dejará libre CLH ocupa una superficie de 7.000 metros cuadrados - Javier

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La Asociación de Empresarios Náuticos de Menorca (ASMEN) solicitará a Autoridad Portuaria de Balears (APB) la creación de un segundo varadero en el puerto de Maó. Esta nueva zona de reparación y mantenimiento de embarcaciones se ubicaría en Cala Figuera, en la parcela de 7.000 metros cuadrados liberada por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y se sumaría a la existente en el Cós Nou. De hecho, el propio plan de Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (DUEP) que elabora el ente gestor de la rada y que recoge en un solo documento el Plan Director del Puerto y el Plan de Usos aprobado en 2006, contempla la posibilidad de habilitar en este espacio una zona destinada a la reparación y mantenimiento de embarcaciones, además de infraestructuras para cruceros turísticos y plazas de amarre para náutica recreativa.

Ante la creciente preocupación sobre la situación del puerto mahonés -uno de los espacios más importantes para la economía insular-, y a raíz de varias reuniones celebradas recientemente por esta entidad que agrupa a una treintena de empresas náuticas de Menorca, se designó la creación de un comité de estudio. Durante un mes dicho comité redactó una serie de propuestas de mejora de la rada para su posterior presentación a la APB. Entre estas, figura la petición de crear a medio plazo un segundo varadero en Cala Figuera para pequeñas y medianas embarcaciones. Las de mayor tamaño (y otras) estarían atendidas en el Cós Nou gracias al servicio de travel-lift de 200 toneladas capaz de mover embarcaciones de hasta 30 metros de eslora.

La petición de crear una segunda zona de reparación y mantenimiento de embarcaciones en el puerto de Maó se justifica por el hecho de que sólo en la bahía de Palma actualmente existen siete varaderos, y en toda Mallorca suman cerca de 27, circunstancia que garantiza la competitividad y por tanto, un ajuste de tarifas.

Gestión de amarres
Otra de las peticiones es la creación de zonas de aparcamiento para las empresas náuticas que trabajan en el puerto. Asimismo, ASMEN solicitará a APB la reordenación de amarres por esloras en la rada, a fin de ganar más puntos de atraque, así como una mejora de la gestión. La Asociación de Empresarios Náuticos, adscrita a la patronal PIME, está convencida de que se puede sacar mayor provecho a las actuales instalaciones sin tener que aumentar las tarifas, auténtico talón de Aquiles del puerto mahonés, y que siempre termina pagando el usuario. ASMEN pretende ayudar a gestionar amarres que actualmente son titularidad de propietarios particulares.

La propuesta no es nueva. La entidad considera que muchos puntos de atraque sólo se utilizan durante una época del año, y el resto de días están vacíos. Según la entidad estos amarres supondrían aproximadamente el 30 por ciento del total y podrían ser reutilizados cuando estén vacíos por otra embarcación para lograr un mayor provecho. La embarcación en cuestión pagaría una tarifa según el tiempo de amarre. Se abonaría un precio suficiente para hacer frente a las tasas anuales que hay que abonar a APB. De esta forma se lograría una mayor rotación de barcos y más ingresos por parte del gestor. ASMEN siempre ha señalado que el factor que encarece los amarres en el puerto de Maó no son las tasas, que considera ajustadas, sino las inversiones y posterior subasta de concesiones.

Intrusismo
Hay que tener en cuenta que esta última propuesta ya fue calificada en su día de "intrusismo" por parte de la Asociación de Instalaciones Náutico Deportivas de Balears (ANADE). Esta entidad señaló que ninguna de las empresas asociadas en ASMEN se dedicaba a la gestión portuaria, por lo que si APB aceptara finalmente la propuesta, se estaría promoviendo la competencia desleal y el intrusismo. Recordó además, que la ley exige, como al resto de marinas que gestionan un espacio público, someterse a un concurso abierto y advirtió que la Administración no podía tolerar un agravio de esta envergadura.