"La gente antes no se movía tanto, ahora con los viajes, los virus se propagan, se produce una infección en cualquier lugar del mundo y se extiende rápidamente", afirmó ayer en Punta Prima una de las más prestigiosas investigadoras internacionales en el campo de la virología, Polly Roy, y promotora del simposio que reúne en Menorca a cerca de un centenar de expertos, la mayoría ligados al mundo académico y universitario, y que en estos momentos analizan las estructuras fundamentales de esos entes microscópicos, los virus. Su trabajo sentará las bases para el desarrollo de futuras vacunas.
La vanguardia de la investigación sobre el funcionamiento de virus como los que causan, entre otras enfermedades, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la gripe, algunos tipos de leucemia, la hepatitis o la lengua azul -éste último en el ganado-, se encuentra en Menorca para estudiar y comprender el comportamiento de los agentes infecciosos y poder así combatirlos.
La necesidad de reaccionar ante los virus aumenta hoy día, debido a esa globalización de las infecciones que comentaba la profesora Polly Roy al comienzo de la entrevista que concedió ayer a "Es Diari", en una breve pausa para tomar un café y continuar con el apretado programa de ponencias e intercambio de experiencias que conforman este encuentro. Los virus se propagan y además cambian, por ello la necesidad de profundizar en la manera en la que actúan para poder crear vacunas, en el caso por ejemplo de la gripe, que puedan inmunizar contra las diferentes cepas, y no solo contra algunas de ellas.
"Constantemente están surgiendo nuevos virus; cambian muy rápido, y cuando un virus cambia mucho, ya se está convirtiendo en un nuevo virus", afirma Roy, intentando explicar el objetivo por el que se celebra el simposio. "Trabajamos con modelos de virus, aprendemos unos de otros, todos los que están aquí son destacados profesionales de la investigación en sus campos, y todos tienen el mismo objetivo, estudiar cómo funcionan y se infiltran los virus en las células, cómo se multiplican, cómo se unen en el cuerpo, para luego buscar vacunas", asegura la especialista británica, aunque pone énfasis en aclarar que esta no es una convención de profesionales de compañías farmacéuticas, "son todos doctores, profesores y que dirigen equipos de investigación en sus laboratorios, lo que hacemos ahora es poner todos los resultados en común".
Representación
En la sala de convenciones del Insotel Punta Prima el programa científico, que se combina con alguna actividad social y una excursión para conocer Maó, sigue puntual su ritmo, con ponencias relativas a la estructura de los virus y las proteínas víricas, los mecanismos de entrada en el cuerpo de los agentes, las vías bioquímicas de ensamblaje de virus, maduración y liberación, la base estructural de la interacción entre el virus y el huésped, los mecanismos antivirales y las vacunas, entre otras materias.
Entre los asistentes al simposio, que finalizará mañana jueves, se encuentran profesores de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Austria, Holanda, Suecia, Israel, Alemania, Japón, Suiza, Finlandia y España. La representación española corre a cargo de profesionales de la Fundación Biofísica Bizkaia y la Unidad de Biofísica, ambas en el País Vasco; del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y del Instituto de Salud Carlos III, los dos en Madrid. El CNB es un centro estratégico del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que a su vez, con la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea forma el centro mixto Unidad de Biofísica.
Diego Guerin, Juan Ortín, José Antonio Melero, Jon Agirre, Carmela García-Doval, Ana Cuervo y Rubén Sánchez Eugenia son los expertos españoles en virología que participan en el simposio organizado por Polly Roy, en el que están presentes profesores de, entre otras, las universidades de Berlín, Leeds, Londres, Oxford, Utrecht, Jerusalén, Glasgow, Harvard, Osaka o el instituto Pasteur en Francia.
El motivo de que el encuentro se celebre en Menorca no es otro que la amistad que la doctora Roy mantiene con científicos españoles y sus visitas a nuestro país. "Pensé que este era un buen sitio, más tranquilo que Mallorca, en calma, con buen ambiente y el mar cerca, no tenemos tiempo para nadar, pero solo verlo ya nos hace sentir bien", comentó.
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