Sin ayudas para que Ciutadella se ponga guapa

Una de las fachadas más emblemáticas corresponde a Can Vivó, casa histórica de la nobleza, que con su singularidad arquitectónica contribuye a la personalidad de la Plaça des Born, tantas veces fotografiada. El pasado mes de octubre, se detectaron desprendimientos del estuco rojizo que cubre la singular fachada de este edificio señorial. Incluso fue necesaria la intervención de los bomberos para evitar riesgos para los transeúntes.

A partir del incidente, la propiedad del inmueble decidió acometer un proyecto integral de restitución de la fachada. Los titulares del edificio presentaron un proyecto al Ayuntamiento y obtuvieron la oportuna licencia municipal para actuar. Durante este invierno, la fachada de Can Vivó Salort ha estado cubierta por los andamios para acometer una reforma delicada y de envergadura que ha ejecutado Tandrisa, una empresa de Ciutadella especializada en rehabilitación de edificios históricos.

Tras meses de obra, la fachada de Can Vivó Salort ha recuperado todo su esplendor original, respetando los elementos arquitectónicos originales y el color rojizo característico. Los propietarios solicitaron al Ayuntamiento que se les devolvieran los tributos pagados por la obra del edificio como una forma de ayuda para mantener una fachada que forma parte de la estética histórica de la ciudad, de la que se beneficia toda la población. No obstante, la Junta de Gobierno denegó ayer la petición con el argumento de que el Ayuntamiento "no se encuentra en la situación económica para poder realizar compensaciones". Por otro lado, el equipo de gobierno esgrime que "podría crear precedentes en otros casos de reformas". La opción de compensar los tributos como ayuda para rehabilitar el centro ha sido también una propuesta planteada por la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella como solución a la actual falta de ayudas.