La constante bajada de las matriculaciones en las escuelas infantiles de Maó ha puesto en la cuerda floja a un par de centros que están siendo sondeados para el cierre de uno de ellos.
La presidenta de la Cooperativa de 'escoletes', Isabel Petrus, confirmó ayer que esta decisión está sobre la mesa y que se está estudiando aunque matizó que "no hay nada decidido" puesto que para tomar una iniciativa como ésta "debemos valorar todos y cada uno de los factores que intervienen y tantear su plena viabilidad". Sin esta confluencia de circunstancias, la decisión no se tomará.
La existencia de aulas con plazas vacantes en algunos centros de cero a tres años, las previsiones de que las matrículas vayan en descenso y, por lo tanto, unos ingresos inferiores al gasto que se genera, llevaron a plantear hace un tiempo la posibilidad de cerrar la 'escoleta' Sant Josep o la de Fort de l'Eau. Las dificultades que podrían surgir en el primer centro citado respecto a su futura reapertura hicieron que la balanza se inclinara hacia el de Fort de l'Eau puesto que, por un lado, los alumnos podrían ser reubicados en la cercana escuela infantil Cap de Creus y a su vez, el colegio Mare de Déu del Carme podría recuperar un espacio.
Esta propuesta dirigida a optimizar los recursos fue planteada el lunes al equipo directivo del centro y a un representante de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos, colectivo que se resiste a aceptar esta solución como la única posible para redireccionar las pérdidas que generan las 'escoletas' de la ciudad.
La reunión no fue decisiva y, por ello, la determinación sigue en el aire. La cooperativa sigue haciendo números para encontrar vías posibles y menos agresivas al cierre de una 'escoleta'.
La alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, aseveró ayer que "el Ayuntamiento no tiene ningún interés en cerrar un centro educativo" además de indicar que "la propuesta no surgió del Ayuntamiento" y que para el equipo de gobierno, "la reunión del lunes sirvió para zanjar el tema". Reynés indicó además que las relaciones con la Cooperativa son perfectas y el Ayuntamiento está y estará al lado de la gestora en sus decisiones. Además, la hipotética clausura no revertiría en las arcas municipales puesto que el Ayuntamiento solo costea los gastos de limpieza, agua, electricidad y mantenimiento de la infraestructura.
Un centro con un proyecto educativo de futuro y único con comedor
El centro de Fort de l'Eau cuenta con unos 65 alumnos matriculados y es el único con servicio de comedor. Algunas familias, afectadas por la noticia que ya ha trascendido a la comunidad educativa, no pueden más que oponerse a ello y clamar para que la propuesta no llegue a fraguarse.
El ambiente entre los padres de alumnos es de clara preocupación e incertidumbre por un anuncio que consideran realmente dramático. A su vez, el hecho de que no esté decidido si se cerrará algún centro ni cuál será el elegido finalmente traslada la intranquilidad a todos los centros de la ciudad. Cabe recordar que la 'escoleta' tiene un proyecto educativo de futuro.
Además, su cercanía con la escuela Mare de Déu Carme y su extensa bolsa de aparcamientos simplifica a las familias con hijos de diferentes edades el transporte y recogida de los mismos.
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