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Las actividades para celebrar el Día del Libro se llevaron a cabo durante la jornada de ayer en toda la Isla. Con el cielo despejado y una buena temperatura, fueron muchas las personas que se acercaron hasta las zonas en las que se habían montado los puestos de las librerías y demás establecimientos y entidades, que mostraron una gran cantidad de material literario y las típicas rosas de Sant Jordi.

En Maó, concretamente, la novedad es que se instalaron numerosos puestos en la plaza Constitución, dando mayor amplitud al recorrido. Se podía encontrar todo tipo de libros, desde novelas, guías o mapas, pasando por obras de segunda mano o cuentos infantiles, hasta enciclopedias o cómics, todos ellos con temática muy diversa, novedades románticas, esotéricos, geografía, excursionismo... La variedad estuvo asegurada.

Según los responsables de algunos stands, la jornada estuvo muy animada y se realizaron bastantes compras. Algunos de los libros más demandados fueron "El abuelo que saltó por la ventana y se largó", de Jonas Jonasson; "Las preguntas de la vida", de Fernando Savater; o "El lector de Julio Verne", de Almudena Grandes.

Los cuentos infantiles también tienen buena salida por el precio y porque hay padres a los que les gusta inculcar la lectura a sus hijos y salen con ellos a hacerse con algún título. También tuvo éxito la venta de diccionarios, en inglés, alemán e italiano; así como los libros de recetas de cocina.

En definitiva, un sábado muy literario en todos los municipios menorquines.