Los responsables del Projecte Gibet, una iniciativa nacida en el seno de la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella en 2009 para recuperar el patrimonio etnológico, entregaron ayer a las administraciones tres construcciones que han recuperado durante estos años de manera altruista. Se trata de tres barracas ubicadas en los márgenes de la Ronda Sur, en Ciutadella, que tres años atrás se asemejaban más a un montón de piedras que a cualquier otra cosa. Ayer, las administraciones pudieron comprobar el trabajo realizado por una quincena de voluntarios, y que ha concluido con la recuperación de tres bienes etnológicos que deben convertirse, según los responsables del proyecto, en un punto visitable.
Así, junto con la entrega simbólica de las construcciones, se propuso a la administración responsable, en este caso el Consell, un plan de mantenimiento de estas barracas, que debería realizar el servicio de Carreteras de la institución insular, y por otro lado, una propuesta de señalización y uso de estas construcciones. Desde el Projecte Gibet se propone habilitar un espacio en una de las rotondas de la Ronda Sur (la primera que se encuentra viniendo de la carretera general) para poder aparcar unos pocos vehículos, y desde allí visitar algunas de estas construcciones, que a su vez estarían dotadas de paneles explicativos sobre sus orígenes y las funciones que cumplían. Según Alberto Coll, presidente de la Societat Martí i Bella, se necesitaría solamente "una inversión mínima" para hacer realidad este proyecto. Está en manos de las administraciones decidir si esta iniciativa sale adelante o no, como parece que también está en manos de las instituciones el futuro del Projecte Gibet.
Alberto Coll explica que en los últimos años, la iniciativa ha funcionado con una mínima aportación de las instituciones, que ha permitido cubrir algunos gastos de material y herramientas de las diferentes tareas de recuperación ejecutadas en el marco de este proyecto (las tres barracas de la Ronda Sur, Sa Vinyeta o el cementerio protestante de Ciutadella). Ahora, desde Gibet no saben si van a poder seguir contando con el apoyo de las administraciones. "Somos conscientes de cuál es la situación actual de la economía y de las administraciones, y también nosotros mismos, en el seno de la Martí i Bella, tenemos otros proyectos en marcha. Parece que se han acabado las ayudas a las entidades, y sin ellas, el futuro de Gibet está complicado", explica Coll.
El presidente de la Martí i Bella explica que "no podemos seguir con este trabajo si no nos pagan ni el material de las obras que realizamos en unos bienes que son públicos". Así, Coll entiende que "lo que obtienen las administraciones públicas con las ayudas que recibimos es muy superior a la cantidad que nos dan. La rentabilidad que la Administración obtiene de un grupo de voluntarios es muy elevada". Como ejemplo, Coll cita el caso de la recuperación de Sa Vinyeta, labor que ha permitido que el Ayuntamiento de Ciutadella habilite en la zona unos huertos sociales. "Al Ayuntamiento le ha costado 2.000 euros esta actuación a través del Projecte Gibet. En cambio, nosotros hemos sido capaces de atraer una inversión de 110.000 euros", apunta. Coll insiste en que con estas afirmaciones no critica la actuación de la Administración, sino que "obtiene mucho más de lo que pone, y además, nosotros pedimos muy poco, solamente el material y el transporte del mismo".
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