TW
0

CAEB y PIME se oponen firmemente a la subida de impuestos aprobada por el Govern, y concretamente rechazan la aplicación del denominado "céntimos sanitario", una medida que supone una tasa de 4,8 céntimos sobre cada litro de gasolina destinado al pago de la sanidad pública.

Los argumentos de Josep Fortuny, gerente de CAEB en Menorca, y Pau Seguí, su homólogo en PIME Menorca, son similares, casi idénticos. Estiman que gravar el precio del combustible supone una agresión a toda actividad económica. Seguí asegura que la medida "afecta a todas las empresas y a todos los que van a trabajar, no solo al que sale a dar una vuelta el domingo". Entiende que no es el momento de incrementar la presión fiscal y advierte del riesgo de inflación.

Por su parte, Fortuny explica que "esto afecta a todo el mundo, reduce el margen de consumo, cuando el consumo es precisamente lo que más hace falta en estos momentos". Incide en el daño que hará este impuesto al bolsillo de las clases medias y bajas y también apunta al peligroso encarecimiento de la energía. Por tanto, para los dos, las bonificaciones a determinados colectivos profesionales son insuficientes para considerar óptima la nueva herramienta impositiva.

Seguí y Fortuny critican que se busque financiar el déficit de la sanidad pública mediante el encarecimiento de otros recursos que nada tienen que ver. Ambos son partidarios de que la solución salga de la propia sanidad mediante una fórmula, ya sobradamente debatida, como es el copago de determinados servicios. CAEB y PIME apoyarían este tipo de tasa por el uso de la sanidad público ya que además serviría de efecto disuasorio para evitar los abusos y descongestionar.