El olor a quemado se disipa

El gerente, Rodrigo Carreño, reconoce estar agotado aunque en sus ojos se vislumbra la ilusión cuando apunta que, según lo previsto, la actividad se retomará en la planta el próximo mes de mayo, poco más de tres años después de que la TIV fuera inaugurada por primera vez.

Este periodo de transición tampoco ha sido fácil para los cinco operarios que, tras la tragedia, se trasladaron a un solar de unos 1.000 metros cuadrados alquilado por la TIV a Triatges Menorca. Su labor ha transcurrido desde entonces en una explanada al aire libre, donde han hecho frente a las altas temperaturas estivales y a la ola siberiana de este invierno. "Están deseando volver a la nave porque las condiciones de trabajo que tienen en Alaior no son las más óptimas", asegura Carreño.

Ahora que el olor a plástico quemado ya se ha disipado, el gerente de la planta de residuos voluminosos explica que uno de los principales objetivos a corto plazo es dar a conocer entre la población el trabajo que se realiza en la TIV. "Este ha sido nuestro punto débil durante los pasados años", admite Carreño, quien remarca que, al tratarse de una empresa de inserción social, actúan como intermediarios entre las personas en peligro de exclusión social y el mercado de trabajo.

Por su parte, las obras de reconstrucción de la nave central de la TIV avanzan a buen paso. "Nuestra intención es hacer una inauguración y una jornada de puertas abiertas antes de las fiestas de Sant Joan", señala Carreño.

Lea el reportaje completo en nuestra edición impresa o puede descargarse el pdf a través de nuestro servicio on line (pulse aquí)