Unas semanas atrás, cuando el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella presentó su proyecto de presupuestos para este año, explicaba que una de sus directrices era no aumentar los impuestos. Anunciaba también que contrataría un crédito por valor de 1,8 millones de euros para hacer frente al pago de inversiones heredadas, préstamo que pensaba amortizar dentro de este mandato. Sin embargo, el equipo de gobierno presentará mañana ante el pleno municipal una modificación de los presupuestos que echa por tierra estas dos premisas, aunque en este caso lo hace por decisiones tomada lejos del Ayuntamiento, aunque por miembros del mismo partido político que gobierna en Ciutadella, el Partido Popular.
De entrada, los nuevos presupuestos incluyen la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ordenada por el Gobierno central, que en el caso de Ciutadella supone un incremento del 6 por ciento para la mitad de las viviendas más caras del municipio. Traducido en cifras, esto supondrá para el Consistorio un ingreso no previsto de 1.180.000 euros. De entrada, esto aumentaría el margen de maniobra del Ayuntamiento, pero el Consistorio debe aplicar también otra medida impuesta por el Gobierno central, la imposibilidad de endeudarse durante este ejercicio. Esto implica que el préstamo de 1,8 millones de euros que Ciutadella tenía previsto solicitar ya no será posible. De este modo, si se ganan casi 1,2 millones más por un lado, pero por el otro no se pueden ingresar 1,8 millones, el resultado es que debe realizarse un reajuste de unos 600.000 euros para cuadrar las cuentas.
¿CÓMO SE REAJUSTA?
Es lo que el equipo de gobierno, en minoría, quiere sacar adelante en el pleno de mañana. Por un lado, a partir del próximo mes de marzo, la gestión del suministro de agua potable en Cala Bosc pasará a titularidad municipal, puesto que la concesión que estaba vigente para que una empresa privada explotara este servicio llega a su fin. Con la gestión directa del agua de esta urbanización, el Ayuntamiento espera ingresar entre 350.000 y 380.000 euros de aquí a finales de año. Esta partida no contemplada en el anterior presupuesto permite un primer alivio, pero no suficiente. Restan por cuadrar unos 250.00 euros, que en este caso supondrán una disminución de los gastos. Así, la compra prevista de un camión tendrá que esperar, como también se aplaza el transformador de luz para Can Saura y el proyecto para museizar el edificio (que cabe recordar tampoco es del agrado del alcalde, quien ha expresado a través de este periódico que vería con buenos ojos la privatización de este edificio).
Todos estos cambios deberán someterse mañana al veredicto del pleno del Ayuntamiento de Ciutadella. De entrada, el alcalde José María de Sintas admite que las directrices impuestas por el Gobierno central "han sido muy negativas para nosotros, que habíamos realizado un gran esfuerzo para no tener que incrementar los impuestos a nuestros ciudadanos y ahora, finalmente, nos vemos obligados a hacerlo".
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