La exposición de los trabajos y actividades del Club de Jubilados de Alaior inaugurada ayer en el Centro de Cultura de San Diego, sorprende por su creatividad, calidad y belleza.
La variedad de los elementos expuestos y creados por este colectivo dice mucho de su admirable dinamismo y su innata capacidad artística. La visita a la exposición es una cita ineludible para cualquier alaiorense y familias enteras que podrán disfrutar de este "arte impagable, hecho con mucho cariño e ilusión" hasta el próximo día 11 de diciembre de 19 a 21 horas.
A través de diferentes escenas caseras primorosamente decoradas por Esperanza Petrus y el restaurador Joan Mercadal, y con muebles cedidos (y en venta) por Mestral, el club muestra con elegancia los trabajos realizados por sus asociados. Labores en patchwork, bordados en punto de cruz, punto mallorquín y palestrina, confeccionados muchos de ellos bajo la supervisión de la responsable del taller de manualidades del club, Esperanza Petrus. También hay pinturas en telas; mantelerías confeccionadas en rechalier; pequeñas maquetas en piedra tallada y otras de madera que recrean edificaciones rústicas e históricas de Menorca, así como oficios tradicionales.
Destacan los trabajos de artesanía de Antoni Orfila, miniaturas en madera que imitan a la perfección herramientas de labranza antiguas. Las delicadas maquetas de Juan Barber hablan de su excepcional gusto por el detalle; las galeras, carros, motos y vehículos antiguos son sorprendentes. Las escenas de diferentes oficios talladas en madera de cerezo por Toni Vinent encandilan a cualquier observador por su realismo, y las maquetas en piedra de Menorca cortadas por Vicente Fuguet no tienen precio. Este camionero jubilado, enamorado del campo, emplea meses en cada trabajo, pero asegura ser feliz mientras imagina, crea y ensambla cada pieza. La muestra también acoge algunas de las fotografías realizadas por Wagner Sintes, instantáneas de rincones de Menorca que ayudan a completar muchas de las escenas del montaje.
"Queremos mostrar nuestro espíritu de aprendizaje y de querer hacer cosas. Tenemos ganas de vivir, no queremos quedarnos parados. Tenemos sensibilidad y muchas inquietudes que mostrar", explicó ayer el presidente del Club de Jubilados de Alaior, Benito Sintes Gomila. La entidad, fundada en 1982, cuenta ya con 1.185 asociados y actualmente ofrece a los jubilados de Alaior talleres de informática, manualidades e incluso la práctica de taichi. "Las raíces de este árbol", que es el Club, son profundas y fuertes como demuestra la originalidad y admirable calidad de la muestra inaugurada ayer.
Entre las manualidades expuestas hay trabajos realizados por Eulalia Florit; Margarita Casalí; Catalina Pons; Nini Pons; Antonia Goñalons; Antonia Esbert; Antonia Olives; Susana Olives; Carmen Riudavets; Nieves Garriga; Isidora Tuduri; Nini Guasch; Isabel Villalonga; María Barber; Juanita Torres y Juanita Barber.
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