Fábrica. Los trabajadores y accionistas asistieron ayer a una reunión informativa sobre la situación - Archivo

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El comité de empresa de Quesería Menorquina y la administración concursal han solicitado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma la prórroga del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal de seis meses que vence el próximo 9de diciembre ante la necesidad de "concluir las gestiones que se están realizando".

La petición presentada ante el juez es la ampliación del ERE otros seis meses más, prácticamente en las mismas condiciones que el anterior. Así, el expediente volvería a afectar al 85 por ciento de la plantilla, integrada por unos 180 trabajadores. La solicitud de prórroga del ERE temporal ha sido acordada por los nuevos propietarios (trabajadores y directivos) que el pasado mes de junio compraron la fábrica a la empresa Carcesa, propiedad de Nueva Rumasa, por un valor simbólico de 346 euros. Sólo el personal directivo seguiría quedando al margen del ERE temporal para continuar trabajando en la recuperación de contratos y clientes, y para redireccionar la empresa.

El futuro de la fábrica pasa por la resolución de la hipoteca de 15 millones que la familia Ruiz Mateos concertó con el Banco Santander y por recuperar el contrato de coproducción con Kraft, que la multinacional rescindió por incumplimiento de los compromisos de producción debido a la falta de liquidez para pagar la materia prima a los proveedores. También será necesario llegar a un acuerdo con los acreedores.

El expediente laboral será como el actualmente vigente "rotatorio y flexible". El objetivo es que los trabajadores puedan incorporarse a la planta de producción a medida que aumenten los pedidos, como viene sucediendo en la actualidad. La secretaria del comité de empresa, Margot Sastre, fue parca a la hora de explicaciones sobre la situación de la empresa. "Se está trabajando en todos los frentes y de momento no hay nada nuevo", sintetizó, si bien añadió que en la jornada de ayer se celebró en dependencias de la fábrica una junta de accionistas y una asamblea de trabajadores para informar sobre la situación actual de la compañía. De momento, la plantilla está al día en el cobro de sus sueldos, a través del SOIB quienes están acogidos al ERE y de la propia empresa, cuando algunos empleados realizan trabajos puntuales. Y todo ello después de que el FOGASA abonara el pasado mes de septiembre las nóminas pendientes de pago que rondaban el millón de euros.