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Una declaración de reparación y reconocimiento personal a favor de José Pérez Socolí, que fue condenado a pena de reclusión perpetua en julio de 1939, es la recompensa que los hermanos Carmen y Francisco Pérez Morlá han obtenido en su afán por restablecer la memoria de su abuelo, fallecido por enfermedad en la Cárcel Provincial de Palma el 20 de julio de 1940, un año después de la sentencia dictada por un Consejo de Guerra.

Nacido en Cartagena en 1887, José Pérez contrajo matrimonio en la Isla con Catalina Fa Manent, de Es Castell, con quien tuvo cinco hijos: Santiago, Francisco, Roberto, Dolores y Fernando. El progenitor trabajó de marmolista y, a consecuencia de la escasez de trabajo durante la Guerra Civil de 1936, aceptó el ofrecimiento del partido Izquierda Republicana, al que estaba afiliado, para ocupar el cargo de comisario de guerra en el tercer Batallón de Infantería destacado en Es Mercadal. "Mi abuelo aceptó dicho cargo para tener asegurado un sueldo y así poder dar de comer a sus cinco hijos", señala su nieta Carmen Pérez.

Además, también fue delegado de Socorro Rojo, presidente de la Comisión Pro Campaña de Invierno en Es Mercadal, jurado del Tribunal Popular de Maó y presidente del Comité de Información y Control del citado batallón de infantería, según recoge la sentencia del Consejo de Guerra que le condenó a reclusión perpetua por "un delito consumado de adhesión a la rebelión".


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