"El modelo energético de la Isla es bastante rudimentario". Lo afirma un experto en la materia, Marcos Martín. Para más señas, Ingeniero de Montes, además de vicepresidente de la Asociación Europea de Bioenergía. Martín comenta que "sería necesario trabajar al respecto", aunque sólo sea por una cuestión de coherencia al ostentar Menorca el título de Reserva de Biosfera. Precisamente ésa será una de las ideas principales que el experto defenderá este viernes, a partir de las 20 horas, en el Ateneu de Maó, en una conferencia titulada "Biomasa, una alternativa energética para Menorca".
Según Martín, el modelo menorquín se basa casi por completo en la producción eléctrica con combustibles fósiles, lo que siempre implica contaminación alta. Y para solventar ese problema, es ahí donde entra en juego la biomasa, un "caballo ganador", dice, en el panorama energético del futuro, que sin embargo es menos innovador de lo que en principio puede parecer. "La biomasa es la energía de nuestros antepasados, pero un poco más tecnificada. Hace siglos que trabajamos en el campo y en el monte, no tenemos más que retomar esa actividad y utilizarla haciendo un aprovechamiento sostenible de las masas forestales", señala Martín.
Para quienes no estén muy familiarizados con el sistema de la biomasa, la Real Academia Española de la Lengua aclara que se trata de "materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía". Es decir, un recurso energético generado en los ecosistemas naturales. Uno de los elementos más utilizados es el pellet, un tipo de combustible granulado alargado a base de madera.
Explica Martín que todo son ventajas: "Son combustibles que se generan en tu país, crean empleo rural, limpian los montes y las emisiones de CO2 son neutras".
Y además, no se puede pasar por alto el ahorro que suponen. Si tomamos como ejemplo el consumo de un radiador eléctrico o de gasoil, el ahorro de la biomasa es del 50 por ciento. "Si incluimos amortizaciones de equipos, siempre ahorraremos un 20 por ciento como mínimo", puntualiza el experto.
Martín reconoce sin tapujos que Menorca esta "bastante por detrás" en el campo energético. Las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias para poner en evidencia la realidad. El Hierro, isla que también posee el título de Reserva de la Biosfera, se abastece al cien por cien de energías limpias. En Menorca, en torno al 90 por ciento el consumo energético utiliza combustibles fósiles.
Implantación en la Isla
Oscar Pérez, de la empresa Neocalderas, reconoce sin embargo que el tema de la biomasa está empezando a despertar en la Isla. Explica que hay proyectos para instalar calderas adaptadas al sistema en dos nuevos colegios de Menorca y en la remodelación del instituto Cap de Llevant. Además, de en tres bloques de viviendas de protección oficial proyectados por el IBAVI en Maó.
Reconoce también Pérez que Menorca está a la cola en lo que se refiere a la biomasa, sistema de gran implantación en comunidades como Cataluña. Sin embargo, en la Isla desde el IBANAT ya se está trabajando en un proyecto de aprovechamiento de las masas forestales de Menorca a través del programa Life Boscos.
No obstante, en Menorca podemos encontrar algunos pioneros que funcionan con biomasa desde 2009. Ese es el caso del negocio turístico Apartamentos Sa Caleta Playa, en Ciutadella. A través de las informaciones recibidas a través de ASHOME, una vez descartadas las placas solares por coste de mantenimiento y rendimiento, se optó por las calderas de biomasa, sistema a través del cual obtiene el cien por cien del agua caliente sanitaria.
Explican desde la gerencia del negocio turístico que el consumo en combustible se ha reducido de forma considerable. Si antes calentar un litro de agua con otros combustibles costaba un euro (precio no real), ahora el precio con la biomasa es de 30 céntimos aproximadamente. Además, concluyen desde la empresa que "además los riesgos medioambientales se reducen a la máxima expresión".
Para acabar de explicar las virtudes de este tipo de energía, Marcos Martín recurre a recordar una de las frases más famosas de Lula Da Silva, expresidente de Brasil: "El mundo sería mucho más justo si en vez de haber 18 productores de petróleo hubiese 200 grandes productores de biomasa".
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