De mirada inteligente. Voz melodiosa y sonrisa fácil. Algo tímidas en el trato, pero con decisión resuelta. Colmadas de la frescura y el encanto de dos jóvenes que apenas sobrepasan los veinte años, la violonchelista abulense Andrea Casarrubios y la violista gallega Inés Picado llegaron este fin de semana a Menorca. Están completando un master en Los Ángeles y Lugano, y accedieron, con gentileza, a mantener una amena sobremesa musical.
Van a compartir escenario junto con la Orquestra de Cambra Illa de Menorca bajo la dirección de Andrew Watkinson mañana en la Església del Socors de Ciutadella (20 horas) y el martes, festividad de Todos los Santos, en el Teatre Principal de Maó (19 horas) y hablamos, cómo no, de música.
Andrea destacó del Concierto en do mayor para chelo de Haydn "el espíritu positivo del primer movimiento, su precioso y muy tierno adagio, así como el brillante final", y definió maravillosamente "Prayer" (primera pieza del tríptico Jewish Life, de Ernest Bloch) como "una oración judía con momentos de luz y de esperanza". Ambas composiciones incluidas en el programa.
Por su parte, Inés Picado abrirá el fuego con "Lacrhymae", de Benjamin Britten. En contraposición a la brillantez de Haydn, la intérprete resaltó el "carácter triste de esta obra basada en un tema del gran laudista inglés John Dowland... es importante destacar los colores que se pueden lograr con la viola –añadió– y cómo ésta se fusiona con la orquesta".
Llegaron puntuales a la cita. El presidente de JJMM de Maó, Francesc Félix, hizo las presentaciones oportunas. Inés, saludó la primera. Andrea, venía acompañada por su inseparable violonchelo. Aunque disponíamos de poco tiempo (el deber de los ensayos prevalece), tuvimos ocasión de conversar sobre el ayer, el hoy y el mañana. De su magnífica formación y su futuro prometedor. De las dificultades económicas que se extienden por doquier y del particular ensañamiento que se tiene con los artistas noveles.
Ganadoras del Concurso para Jóvenes Intérpretes celebrado en Menorca y que organiza FIDAH en las ediciones de 2010 (Andrea Casarrubios) y 2011 (Inés Picado), gracias a la iniciativa de Pilar Alonso y con la colaboración del Ayuntamiento de Maó y el patrocinio de Fundatur, este concierto se presenta como una excelente oportunidad de escuchar a dos solistas de gran talento.
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