La renuncia de Mallorca a una parte del descuento permitiría volar a 30 euros

Durante el debate, la Plataforma expuso al público la propuesta que ha remitido al Govern balear, y según la cual alcanzar la meta de volar a Mallorca o a Eivissa por 30 euros está más cerca de lo que se podría imaginar. La entidad ciudadana propone cambiar la actual declaración de servicio público, para modificar las actuales tarifas y establecer una única de 30 euros por trayecto, sin añadir tasas ni costes por maleta embarcada. Para conseguir esta tarifa, el diputado socialista y anterior conseller de Movilidad del Consell, Damià Borràs, desveló que faltan solamente cinco millones de euros. Esta cantidad, además, podría obtenerse sin necesidad de que el Ministerio de Fomento aporte ni un euro más del que ya destina a sufragar los descuentos en los billetes de los residentes en Balears. El año pasado, por este concepto, la comunidad recibió 122 millones de euros.

Se trataría de repartir esta cantidad de una manera diferente a la actual. Unos cien millones de los que aportó Fomento se destinaron a sufragar descuentos en vuelos con la Península, la mayoría de ellos con salida o llegada en Mallorca. Así, el resto, 22 millones, sirvieron para pagar los descuentos en los vuelos entre las islas. Si esta cantidad alcanzara los 27 millones, se podría establecer la tarifa de 30 euros por vuelo. Se trataría, así, de que cinco millones de los descuentos de los vuelos con la Península pasaran a los trayectos entre islas. ¿Cómo conseguirlo? Es aquí donde está la clave. La propuesta que defiende la Plataforma es que los residentes en Mallorca accedan a rebajar el porcentaje de descuento en sus vuelos con la Península. Bastaría, aseguran, con que pasaran del 50 por ciento actual al 40.

Desde la Plataforma se alega que esta rebaja es factible porque desde Mallorca se disfrutan de mejores frecuencias, conexiones y precios que en las islas menores. "En Mallorca no son conscientes de nuestra doble insularidad", explicaba su portavoz, Anton Soler.

Quien ayer más firmemente secundó la propuesta de la Plataforma fue el socialista Damià Borràs. El actual diputado apeló al papel de la Comunidad Autónoma en este sentido, y a su solidaridad interna. "La comunidad debe ejercer como una verdadera comunidad, compensando a los que tienen menos oportunidades", apuntó. No obstante, acto seguido añadió que "no será fácil, porque en Mallorca son muchos y defenderán lo que tienen".

En este sentido, el actual conseller de Movilidad, Luís Alejandre, apuntó que ésta era una de las posibilidades que estaban sobre la mesa del Govern balear. De todos modos, expresó sus dudas de que se pueda alcanzar este objetivo, y desveló que hay otra opción sobre la mesa del Ejecutivo balear: aumentar hasta el 75 por ciento el descuento de residente para los ciudadanos de Menorca y Eivissa, y mantener en el 50 por ciento el de los mallorquines. Alejandre, indirectamente, mostró más confianza en la viabilidad de esta segunda opción, si bien en todo momento manifestó su disconformidad con el sistema actual de descuento generalizado e idéntico para los ciudadanos de todas las islas.

Alejandre destacó que en sus meses de mandato, y tras las primeras gestiones realizadas, "no he encontrado en la Dirección General de Aviación Civil la sensibilidad necesaria hacia los menorquines". Además, el político del Partido Popular reclamó el derecho de Menorca y de Balears a pedir más ayuda al Ministerio de Fomento, tras desvelar unos datos que demuestran que el Archipiélago recibe mucho menos dinero que otras comunidades autónomas.

El diputado del PSM, Manel Martí, también se mostró partidario de romper con el actual sistema de descuento de residente para los vuelos entre islas y establecer a cambio una tarifa universal y plana. De todos modos, Martí fue más allá, y exigió el derecho de Menorca de estar presente en los concursos públicos que se convoquen para cualquier declaración de servicio público que afecte a los vuelos de la Isla. Además, reclamó, al igual que Alejandre, una mayor contribución del Ministerio de Fomento, argumentando que "los recursos del Estado existen, y se puede comprobar con algunas inversiones como trenes de alta velocidad que no eran necesarios. Nosotros no tenemos ninguna culpa de esta mala gestión, y tenemos el derecho a que se nos compense el transporte aéreo".

Desde Esquerra de Menorca, Antoni Carrillos reclamó también una mayor implicación del Gobierno central en la resolución del problema del transporte aéreo, y respaldó también la supresión del descuento aéreo "porque acaba penalizando la economía insular". Por su parte, el secretario general de Unió Menorquina, Fèlix Ripoll, emplazó a los resultados de las próximas elecciones generales para conocer el talante del próximo Gobierno central. Ripoll apeló a conseguir para Menorca lo mismo que Coalición Canaria ha alcanzado para Canarias, aunque se mostró pesimista al concluir que "la cosa está casi tan complicada como al principio".

UNIDAD DE ACCIÓN
En un aspecto en el que coincidieron los cinco representantes políticos y la Plataforma fue en la necesidad de hacer un frente común menorquín para hallar una solución definitiva al tema. Una demanda que secundaron desde el público los asistentes, implicados la gran mayoría de ellos en la Plataforma, que reivindicaron a los políticos que se olviden de colores y siglas y trabajen unidos hasta donde haga falta.

En este sentido, desde la mesa salió la propuesta de formar una comisión permanente de seguimiento, formada por los partidos políticos y la Plataforma, una comisión que estudiaría las medidas a adoptar y definiría una especie de hoja de ruta. Todos los partidos, a excepción del PP, mostraron desde el primer momento su disposición a integrar esta comisión. Luís Alejandre expresó sus dudas sobre el éxito de una comisión, y emplazó a esperar a las gestiones que realiza el Govern balear para recoger todas las demandas de mejora del transporte aéreo y fusionarlas en un único documento. El resto de partidos respondió que Menorca no tenía que esperar, sino andar su propio camino. Al final, habrá una próxima reunión.