Restos de una cesta de esparto - octavi pons/xavier aguelo

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Las excavaciones arqueológicas realizadas por Amics del Museu de Menorca en el pecio de la cala de Binissafúller, en Sant Lluís, han permitido recuperar un cesto de esparto y varias ánforas que contenían vino, además de otras cerámicas finas, que transportaba el barco fenicio o púnico que se hundió hace 2.400 años en la citada cala. La actuación arqueológica permitirá profundizar en el conocimiento de la arquitectura naval de la embarcación, según asegura el arqueólogo Octavi Pons, codirector de las excavaciones junto con Xavier Aguelo.

Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento submarino de la cala de Binissafúller, realizadas entre el 13 y 28 del pasado mes de septiembre, se han centrado en una zona del yacimiento con un gran potencial arqueológico. Así, los trabajos permiten confirmar que al menos una parte de las ánforas que transportaba el barco contenía vino, al haberse recuperado el mes pasado otros cuatro recipientes cerámicos con semillas de uva en su interior.

Junto a las ánforas de boca plana, también se han recuperado cerámicas más finas como platos, jarras y tazas que proceden de Eivissa y del centro del Mediterráneo occidental. De momento se desconoce si estas cerámicas formaban parte de la mercancía que transportaba el barco o, por contra, se trata de la vajilla utilizada por la tripulación del mismo. El estudio de estos objetos ayudará a concretar aún más la cronología del pecio, que a tenor de los datos con los que se cuenta en la actualidad, es de finales del siglo V a.C. o principios del siglo IV a.C. según señala Octavi Pons.

Aparte de los materiales cerámicos, destaca el hallazgo del primer cesto en un yacimiento submarino en la Isla. Se trata de un cesto de esparto, con un diámetro de unos 40 centímetros, y que presenta como asa un trozo de madera maciza y de forma cilíndrica. El cesto y la porción de arena pegada al mismo han sido enviados al Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena para analizar su contenido y llevar a cabo la posterior restauración de la pieza.

Pons señala que los trabajos han permitido descubrir cuatro metros cuadrados más de la estructura del barco, que conectan con la planimetría levantada durante las excavaciones realizadas entre 1975 y 1977. Destaca la localización de una cuaderna en su posición original, lo que permitirá estudiar el sistema de cosido utilizado para construir la embarcación. Se sabe que es un barco fenicio o púnico, cuya arquitectura naval está relacionada con el barco de Mazarrón (650 a.C.), en Murcia.

Las semillas encontradas en el interior de las ánforas y las lengüetas y mortajas recuperadas del pecio han sido enviadas para su análisis a la Universitat Autònoma de Barcelona.

Las excavaciones han sido financiadas con fondos del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático del Ministerio de Cultura.