Ceremonia. El salón de actos del Hotel Pueblo de Punta Prima acogió, un año más, el encuentro de los guardias civiles y sus familias - Gemma Andreu

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La Guardia Civil celebró ayer su patrona, la Virgen del Pilar, con la tradicional misa oficiada por el obispo de Menorca, monseñor Salvador Giménez, en la iglesia parroquial de Sant Lluís, y el acto oficial posterior, celebrado en el Hotel Pueblo de Punta Prima, en el que fueron condecorados cuatro agentes.

El capitán en la reserva Luis Sanz Álvarez recogió, de manos de su hijo, Alejandro Sanz Benejam, diputado balear, la Medalla del 50 aniversario de las Naciones Unidas, mientras que el director insular de la Administración General del Estado, Javier Tejero, impuso las condecoraciones a los guardias civiles Fernando Barea (Cruz de Oro a la Constancia) por 35 años de servicio; Francisco Manuel Andújar Bedmar (Cruz de la Orden del Mérito con distintivo blanco); y José Manuel Queijo Abad (Cruz de la Orden del Mérito con distintivo blanco).

El Cuerpo, formado por 130 agentes en Menorca, homenajeó asimismo a los agentes en la reserva y retirados, en un encuentro de marcado carácter familiar y en el que también se premió a los ganadores de las competiciones de fútbol 7, pádel y tiro organizadas con motivo de la celebración de la patrona.

El jefe de la Guardia Civil en Menorca, el teniente José Julio Martín Cerezo, celebró su segundo año al frente del Cuerpo en la Isla y destacó, en su intervención, la "gran coordinación" que existe entre la Benemérita y el resto de las fuerzas de seguridad y efectivos de emergencias.

Una cooperación, afirmó, "que se refuerza cada día". Altos mandos de las fuerzas policiales, así como del Ejército, asistieron a los actos de la patrona, en los que también estuvieron presentes el presidente del Consell, Santiago Tadeo, y el conseller de Administraciones Públicas, Simón Gornés, en representación del Govern, así como los alcaldes de Sant Lluís, Cristóbal Coll, de Es Castell, Lluís Camps, y Maó, Águeda Reynés.

Servicio al pueblo

Durante la homilía, el obispo de Menorca tuvo palabras de recuerdo para la celebración de la fiesta de la Virgen del Pilar y del día de la Hispanidad "entre los creyentes de muchos países del mundo y que hablan nuestro idioma", especialmente en América. Salvador Giménez agradeció a la Guardia Civil "su dedicación a los demás" que comparó con el ministerio del sacerdocio precisamente por su finalidad de "servicio al pueblo".

Giménez recordó que a ambos colectivos la sociedad les "exige cada vez más coherencia entre nuestra vida y nuestras palabras", alabó la tarea que realizan los guardias civiles en su servicio a la población, y recalcó la necesidad de mantener la fortaleza en la fe, la constancia en la caridad y la ayuda a los demás y la confianza en la esperanza.