Reencuentro. Niños y niñas llenaron ayer de nuevo los pasillos, las clases y los patios de los colegios, para comenzar un nuevo curso - Gemma Andreu

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Las aulas menorquinas recobraron ayer el bullicio y el olor de los libros y los lápices nuevos con el inicio del curso de 8.850 alumnos de Educación Infantil (2.950) y Primaria (5.900), así como otros 1.700 estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato, todos ellos repartidos en diferentes centros, públicos y concertados, según las cifras de matrícula y de solicitud de plazas ofrecidas por la Delegación Territorial de Educación.

En el caso de los alumnos de Secundaria, algunos institutos, así como colegios concertados que imparten también Primaria, fueron autorizados a comenzar ayer lunes ambas etapas a la vez. Así, en el instituto Josep Miquel Guardia de Alaior comenzaron las clases 336 estudiantes de ESO y 83 de Bachillerato; en el IE Biel Martí de Ferreries lo hicieron 202 alumnos de ESO y 54 de Bachillerato, y en los centros concertados otros 1.025 matriculados en Secundaria volvieron a los pupitres dos días antes de lo previsto para la mayoría de los institutos de Balears.

Plazas docentes

La jornada se desarrolló con normalidad y con la totalidad de la plantilla de profesores cubierta en los colegios consultados, dato que subrayó el delegado de la Conselleria de Educación en Menorca, Julián Hernández Sintes, quien aseguró que el pasado 29 de julio se adjudicó la totalidad de las vacantes de profesorado, con 1.204 docentes en los centros públicos, de los cuales 848 tienen plaza en propiedad, y 356 son interinos; además, otros 260 profesionales de la enseñanza se incorporan este mes de septiembre a sus puestos de trabajo en los centros concertados.

"El curso ha comenzado muy bien, con todos los profesores y el 95 por ciento del alumnado", afirmó el jefe de estudios del colegio Doctor Comas de Alaior, al que acuden 430 alumnos de Infantil y Primaria, distribuidos en dos líneas y, en algunos grupos, en tres. Los estudiantes que faltan suelen ser los que proceden de otras comunidades o países, y que notifican su incorporación a las clases a lo largo de este mes.

Según las peticiones de matrícula registradas por Educación, unos 220 nuevos alumnos han solicitado plaza en los centros de la Isla, de los cuales 30 son extranjeros (británicos, marroquíes y sudamericanos principalmente), una cifra que denota que la demanda de plazas por parte de familias procedentes de otros países se ha estabilizado, afirmó Hernández Sintes.

Alaior es uno de los municipios en los que se suprimirá el aula modular existente, con el funcionamiento del nuevo colegio Mestre Duran.

En Es Mercadal sin embargo, en el colegio Mare de Déu del Toro, aguardaban con impaciencia, está última semana, la instalación de un aula prefabricada para dar cabida a sus alumnos. "El inicio del curso ha ido bien, hemos pasado algunos nervios esperando el aula modular, porque el edificio se nos queda pequeño", señaló ayer la directora de la escuela, Gloria Coll, quien sin embargo recalcó que las ratios de alumnos por aula y profesor son las correctas. "Es Mercadal ha crecido mucho en los últimos años y la matrícula también aumenta cada curso, así que con un sólo centro, estamos un poco apretaditos", explicó la responsable de la escuela, que este curso cuenta con dos aulas prefabricadas.

Menos prefabricadas

El número total de aulas modulares en los centros menorquines ha descendido este curso, en comparación con el de 2010-2011, manifestó el delegado territorial de Educación. Así, de un total de 34 aulas prefabricadas el curso pasado, ahora quedan 23 y la mayoría se concentra en los colegios del municipio de Maó. Los centros Verge de Gràcia, Joan Ramis i Ramis, Antoni Joan, Cap de Llevant, Verge del Carme, Sa Graduada y Tramuntana se ven obligados a utilizar este tipo de instalaciones, mientras que en Es Mercadal se pasa de una a dos modulares y en Sant Lluís se dispone de tres, mientras se construye el nuevo colegio de la localidad.

En Ciutadella, en el instituto Josep Maria Quadrado se prevé retirar las cuatro aulas modulares existentes en el plazo de un mes, mientras que en el centro Pere Casasnovas se mantiene un aula modular destinada a actividades diversas. Los colegios e institutos superaron la prueba del inicio de las clases en cuanto a las infraestructuras, algunos no obstante pendientes de acabados puntuales, como en el Mateu Fontirroig de Maó, donde se esperaba que acabaran ayer mismo los trabajos de pintura de la cancha de baloncesto. Entre las obras que continúan y son más complejas, el delegado de Educación destaco la del instituto Josep Maria Quadrado de Ciutadella, ya que alberga a distintos organismos y diferentes enseñanzas.