El Govern balear ya ha iniciado los trámites para modificar y flexibilizar el protocolo de seguridad del puerto de Ciutadella ante un aviso de 'rissaga'. Precisamente ayer la rada interior quedó cerrada hasta las cuatro de la tarde por un aviso de oscilación del nivel del mar, una situación que podría cambiar si se cumplen los planes del director general de Puertos, Antoni Deudero.
Ports de les Illes Balears ya trabaja en la modificación del protocolo, señala Deudero. El ente portuario ha encargado a Capitanía Marítima que emita un informe sobre los puntos de protocolo que deben y pueden cambiarse. Además, los propios técnicos de Ports también emitirán su informe, y se tendrá en cuenta la opinión de la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (ASMEN) y de cualquier otra entidad que quiera intervenir en el proceso, según Deudero. "Hasta ahora, el protocolo no tenía en cuenta la existencia de un nuevo puerto exterior, el de Son Blanc, que acoge el tránsito marítimo de los grandes buques de las navieras. Por lo tanto, esta normativa debería haberse modificado sustancialmente cuando entró en funcionamiento esta nueva infraestructura porque no da respuesta a la realidad actual. Por eso he dado órdenes de que se cambie el protocolo", explica.
De momento, todo apunta a que como mínimo dos los puntos del protocolo de seguridad cambiarán sustancialmente tras la revisión de esta normativa. El primero es el cierre del puerto. Deudero quiere que los técnicos y Capitanía Marítima estudien si es necesario cerrar la rada de Ciutadella al tránsito al más mínimo aviso de 'rissaga', tal como ocurre actualmente. De hecho, ayer el puerto se cerró por un alerta amarilla de la que el propio servicio de Emergencias 112 aseguraba que "la previsión de que este fenómeno (la 'rissaga') se produzca realmente es baja, de entre un 20 y un 40 por ciento".
GOLONDRINAS EN EL DIQUE
El segundo punto que va a modificarse es las alternativas que se ofrecerán a las embarcaciones que se vean afectadas por posibles cierres del puerto interior. Así, cabe recordar que ASMEN, tal como informó este periódico, había solicitado a Ports que las golondrinas (únicos barcos afectados en caso de cierre del puerto, juntamente con los chárteres) pudieran operar en el dique de Son Blanc en caso de no poder amarrar en el puerto interior. Antoni Deudero ve con buenos ojos esta posibilidad. Es más, asegura que "ya está pasando, según me han comentado, y no creo que haya ningún problema para autorizar esta opción siempre y cuando los barcos reúnan las condiciones físicas para poder amarrar en los muelles de Son Blanc".
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