ALONSO. La concejal, a la izquierda de la imagen, votando en sentido diferente a los tres ediles del PP, que están con la mano levantada. - Karlos Hurtado

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Cuando faltaban escasos minutos para que comenzara el pleno de ayer en el Ayuntamiento de Es Mercadal, los tres concejales del PP entonces presentes -faltaba Maria Antonia Alonso- se habían sentado de tal manera que quedaba una silla libre entre ellos. Entonces, el alcalde Francesc Ametller indicaba a los tres concejales populares que se sentaran juntos, sin dejar ninguna silla vacía de por medio. Era el primer síntoma de lo que fue la sorpresa del pleno. La cuarta concejal que salió elegida por el PP, María Antonia Alonso Soriano, había formalizado por la mañana su renuncia a pertenecer al grupo municipal popular, y a partir de ese momento se convertía en concejala no adscrita. En todo momento su voluntad es seguir en el cargo "porque es la ilusión de mi vida", explicaba a los periodistas a la salida del pleno.

De esta manera, Alonso culminaba lo que hace un mes fue solamente un amago. Fue entonces cuando un día presentó un escrito al Consistorio solicitando su dimisión, pero al día siguiente rectificó y certificó su voluntad de seguir en el cargo. Ya por ese entonces las relaciones con su partido eran prácticamente inexistentes. Tanto es así que ayer los ahora tres concejales que el PP mantiene en Es Mercadal se enteraron de la decisión de Alonso pocos minutos antes del pleno.

La ahora concejala no adscrita explicaba de manera escueta a los periodistas, y visiblemente alterada, que su renuncia de dejar el PP se debe a que "el 18 de marzo me afilié al PP, pero ellos se han quedado mi petición en su cartera, porque no me han dado de alta". Alonso insistía en que "yo solamente quiero lo mejor para Fornells, quiero defender mi pueblo, quiero ser la concejal de Fornells". Interpelada entonces sobre si no podía ejercer esta misma función estando dentro del PP, fue cuando explicó que no había podido afiliarse al partido a pesar de haberlo pedido ya casi cinco meses atrás.

Los ediles del PP expresaron brevemente su sorpresa por la decisión de Alonso al salir del pleno. Su portavoz, Antònia Cantallops, simplemente explicó que "nosotros no le pediremos nada más a esta señora, para que no pueda decir que la coaccionamos", en referencia a si el partido pediría la dimisión completa de Alonso para recuperar el acta de concejal.

Tampoco el alcalde Francesc Ametller quiso valorar la decisión de la ya ex edil del PP. Solamente explicó que esta decisión no va a cambiar nada en su forma de gobernar ni de afrontar las decisiones políticas. En este sentido, a priori el panorama político que se le dibuja ahora a Ametller es más llano que el anterior, puesto que con los seis votos del equipo de gobierno (cinco del PSOE y uno de Unió Menorquina), solamente haría falta otro apoyo más para sacar adelante sus iniciativas. Hasta ahora solamente tenía dos opciones para conseguir este séptimo voto: la Entesa o el PP. Ahora, suma una tercera opción, la concejala no adscrita.

Ayer, en el pleno, ya se visualizó la diferencia de criterio entre los tres concejales del PP y Maria Antonia Alonso. Hasta en cinco ocasiones votaron en sentido diferente, Alonso a favor de las propuestas del equipo de gobierno, y sus ex compañeros absteniéndose. En sus intervenciones, la concejal no adscrita dejó claro en todo momento que ella solamente tomaba la palabra en aquellas decisiones que afectaban directamente a Fornells. Un ejemplo muy claro fue la votación sobre un tema que afecta a Punta Grossa II. "Esta zona no pertenece al núcleo de Fornells, y por lo tanto no diré nada", aseguró. Más adelante, en otro punto del orden del día, proclamó que "yo solamente lucharé por Fornells, mi pueblo es Fornells. Yo me presenté a esto... Bueno, no sé a qué me presenté, para que Fornells pudiera tener lo que necesita. No pediré nada extraño".

Cuando acabó el pleno, Alonso abandonó su silla rápidamente, visiblemente molesta, y asegurando en voz alta que "yo no soy del PP".