El verano regresa el lunes

La mejoría prevista para hoy y mañana se verá interrumpida el sábado con más que probables chubascos. Por lo que será ya a partir del domingo, y en especial del lunes, cuando la estabilidad se imponga y deje paso a varios días consecutivos de sol y temperaturas cálidas. Es decir, cuando vuelva, por fin, el verano.

Así, si las previsiones se cumplen, los cielos despejados y el calor volverán a abrazar a la Isla y dejarán atrás un mes de julio desapacible y fuera de lo común. La tromba de agua caída el martes en Es Mercadal fue el último síntoma, y el más contundente, de una segunda mitad de mes que se aleja y mucho de los cánones de un verano típico. Cuando aún no hemos entrado en agosto, se han registrado ya 15,5 litros de precipitaciones, cuando la media de julio no suele sobrepasar los cuatro litros. Y esto sin contar las lluvias de la pasada madrugada, cuando cayeron 4,7 litros en Maó, 2,6 en Es Mercadal y 2,4 en Ciutadella, y las de buena parte de la mañana de ayer.

Tampoco las temperaturas se han ajustado a los valores normales. La media se ha situado en los 23,8 grados, uno por debajo de lo habitual. De hecho, desde hace nueve años no se registraban unas temperaturas tan bajas. "Hemos tenido dos meses de julio. La primera quincena fue más cálida de lo habitual, y la segunda, bastante más fría", explican desde el Centro Meteorológico.
es mercadal

La pregunta está en el aire. ¿Por qué este tiempo a estas alturas del año? ¿A qué se deben estas tormentas prematuras? Desde el Centro Meteorológico explican que es la suma de un conjunto de situaciones anómalas. "Los meses de abril y mayo fueron bastante cálidos, más de lo habitual. Por tanto, la temperatura del mar es ya alta. Esto, unido a la variabilidad atmosférica natural y a la llegada de masas de aire frío, provoca la formación de grandes nubes y las consiguientes tormentas", señalan.

Este conjunto de factores fue lo que provocó el diluvio del martes en Es Mercadal. Entre las 13.50 y las 15.50 horas cayeron 106,8 litros. "La convergencia de vientos del norte y del sur también contribuyeron a la formación de las grandes nubes que luego provocaron las lluvias tan intensas e incluso granizo". En realidad, se trata de un fenómeno habitual, pero más propio de finales de agosto o principios de septiembre.