La renuncia a la concesión de amarres en el puerto de Maó por Ocibar es para la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (ASMEN) fiel reflejo de la situación económica que vive la Isla, de la que el sector náutico no es ajeno y del sistema de cesión de las zonas de dominio público marítimo.
ASMEN lamenta la renuncia a la concesión de los amarres en el puerto de Maó por Ocibar, pero en su opinión muestra las consecuencias de un sistema de adjudicación de concesiones que básicamente se centra en las más altas propuestas económicas. Resalta, al respecto, que este abandono demuestra que la gestión de los amarres debe hacerse de forma "más eficaz". De este modo ASMEN incide en que Autoridad Portuaria de Balears (APB) debe tener en cuenta que fijarse en exceso sólo en una alta aportación económica, como el canon anual o las tarifas, no es lo más adecuado, incluso para la propia Administración.
A juicio del la patronal menorquina del sector náutico, la repercusión de todo este montante económico a los usuarios conlleva la fuga de embarcaciones a otros lugares con un menor coste. "El puerto de Maó ya lleva varios años en esta situación. Las embarcaciones que invernaban en Menorca han trasladado su base a otros lugares fuera de la Isla, y serán difíciles de recuperar", constata.
Para paliar esta situación, ASMEN recuerda que desde hace años solicita una "revisión profunda" en el sistema de concesión de amarres "que permita combinar la subsistencia de las empresas gestoras con unos precios competitivos". En el caso contrario, la patronal de sector teme que lo sucedido con Ocibar no sea el último caso en Menorca.
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