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Estos horarios pueden variar sin previo aviso. Cualquiera desconfiaría si al consultar la programación de un servicio se encuentra con una advertencia como ésta que aparece en la web de Baleària y, a la vista de las incidencias registradas los últimos días, es toda una declaración de principios. La naviera volvió a sembrar ayer el caos y la indignación en Ciutadella al anular el trayecto que el "Jaume II" debía realizar entre el dique de Son Blanc y Barcelona.

Según explican algunos de los pasajeros, el domingo recibieron un mensaje advirtiéndoles de que el buque partiría a las 10.30 horas, treinta minutos antes sobre su horario habitual, sin que en los momentos previos a la salida, se les informase de que hubiese incidencia alguna. "Ha sido justo cuando íbamos a embarcar cuando nos han dicho que no sería posible y nos han dado la opción de viajar a las 13 horas en el 'Martí i Soler'", explicaba Maria Gener.

Gener atendía telefónicamente la llamada de este periódico ya en el barco, cerca de la una. "Nos vamos a retrasar porque tienen que reorganizar a todos los viajeros, tanto los que tenían billete para la una como para los que inicialmente salíamos a las 11 horas", explicaba esta ciutadellenca, quien reconoció que el incidente se vivió en la Estación Marítima "con bastante tensión". "Lo peor ha sido la falta de información, nadie ha dado ninguna explicación, y de organización porque ellos ya sabían que iba a pasar lo que pasó", aseguraba Gener en referencia al modo en que Baleària afrontó una nueva cancelación del servicio.

La tensión a la que alude esta usuaria y que confirmaban otros viajeros y personal del nuevo puerto, se vio incrementada al aparecer el "Jaume II" pese a que la compañía había aludido "motivos técnicos", para zarpar descargar el pasaje y dar media vuelta sin embarcar a los pasajeros que habían contratado el servicio. Todo ello motivó que la Policía Portuaria solicitase refuerzos a la Policía Nacional, cuyos efectivos permanecieron en las instalaciones portuarias hasta que el "Martí i Soler" zarpó, 45 minutos después de la hora prevista y de que buena parte del pasaje presentara la reclamación correspondiente.

Y es que los motivos de queja eran muchos, entre ellos la escasez de hojas de reclamaciones, la duración del trayecto- con el "Martí i Soler", nueve horas frente a las tres del "Jaume II"- y la falta de atenciones de la compañía que se negó a proporcionar manutención a los pasajeros que habían contratado el servicio, según explicaban algunos usuarios.

Fue imposible recabar las impresiones de los responsables de Baleària, con cuyo departamento de Comunicación fue imposible contactar a lo largo de la tarde de ayer y de la Dirección General de Transporte Marítimo y Aéreo del Govern.