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El empresario Federico J. Cardona Trémol falleció el sábado, a los 78 años de edad. Persona muy conocida y apreciada en Maó, propietario de la agencia consignataria de barcos que lleva su nombre, su muerte ha causado un gran impacto. El funeral se celebrará hoy, a las 13 horas, en la iglesia de Santa María.

Federico Juan Cardona Trémol nació en Maó el 10 de mayo de 1933. Su padre desapareció en el transcurso de la Guerra Civil fuera de la Isla y se quedó huérfano a los 5 años. Su madre, Águeda Trémol Orfila, se hizo cargo de la agencia portuaria fundada en 1883, con la gran ayuda de Antonio Pablo Llabrés. Federico representó la tercera generación de esta importante empresa menorquina. A los 14 años ya trabajaba en la agencia, mientras completaba sus estudios. En 1958, su madre le nombra apoderado y empieza a dirigir la agencia, hasta 1995 en que se constituyó como Sociedad Limitada, en que él ocupó la presidencia del Consejo de Administración.

La vida de Federico J,. Cardona, hasta sus últimos días, ha sido el puerto de Maó. Consiguió el desarrollo de la agencia mediante trabajo, esfuerzo y perseverancia, superando numerosas dificultades en épocas muy complicadas. Su empresa evolucionó con el paso de los años y con las nuevas necesidades. Fue destinataria de líneas de cabotaje, cruceros y de pasajeros. Federico J. Cardona se mostraba especialmente orgulloso de la relación que siempre mantuvo con la Compañía Trasmediterránea, que después se ha convertido en Acciona.

Federico J. Cardona y su empresa han vivido con un especial protagonismo los avatares y el desarrollo del puerto de Maó. Antes de la guerra, la agencia había sido agente para el transporte de materiales diversos, como los 6 cañones Armstrong Vickers que llegaron a la Isla procedentes de Inglaterra. Después, gestionó el transporte de maquinaria pesada para la central eléctrica, fue consignatario de cruceros como el "Maasdam" o del superpetrolero "Castillo de Salvatierra".

Personas ligadas al puerto de Maó consideran que Federico J. Cardona ha sido una persona irrepetible. Su simpatía, con un gran carisma personal, así como su implicación con el puerto de Maó le han aportado un gran número de amistades. Incluso en los últimos meses ha sido el promotor de la asociación de entidades del puerto para colaborar en una mejora de la actividad. Que descanse en paz.