Felicitaciones. El presidente de Ports, Jaume Carbonero, se abraza al presidente del Consell, Marc Pons, en el momento en que el "Nura Nova" encara la entrada al nuevo puerto - Gemma Andreu

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Mientras el conseller de Obras Públicas del Govern balear, Jaume Carbonero, y el presidente del Consell, Marc Pons, se abrazaban visiblemente satisfechos, el "Nura Nova" de Iscomar entraba en el nuevo puerto de Son Blanc a las 11.10 horas de la mañana de ayer. Era la consecución de un hito histórico, la puesta en funcionamiento del nuevo puerto exterior de Ciutadella tras cuatro años de obras y décadas de reivindicaciones.

En las instalaciones de Son Blanc se amontonaban decenas de curiosos que no se querían perder el gran día. El primer barco llegaba a las once de la mañana, pero desde varias horas antes aguardaba un grupo de espectadores. Uno de ellos, explica, ha acudido prácticamente todos los días a observar la evolución de las obras. Otro comenta que "es una obra muy buena, pero el martes es un mal día para su estreno, porque solo viene un barco". Efectivamente, ayer solamente operó en Son Blanc el buque de Iscomar, que recaló en su nuevo destino mañana y tarde. Por la mañana, lo hizo cuando pasaban unos minutos de las once, haciendo sonar la sirena, algo que provocó los aplausos de los asistentes.

"Es un día histórico y muy esperado, pues Ciutadella lleva muchos años esperando esta infraestructura. Además, hemos conseguido un muy buen puerto, puesto que perfectamente hoy nos hubiéramos podido encontrar con cuatro carpas haciendo de estación, y no es así", aseguraba la alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero. En términos similares se expresaba el presidente del Consell, Marc Pons, declarando que "hoy se culmina un proceso muy largo, muy costoso y fruto de un acuerdo gracias al cual Menorca entera da un paso hacia adelante y resuelve, desde el consenso, un tema largamente pendiente".

En el muelle litoral, el "Nura Nova" iba descargando los 14 coches, los 25 metros lineales de carga y los 36 pasajeros. Estos viajantes estrenaron el recorrido entre el muelle y la estación, una especie de pasillo pintado en el suelo que evita toda la zona de preembarques de vehículos y que algunos de los pasajeros criticaban por largo. En general, no obstante, la sensación era positiva, por haber sido los primeros en pisar el nuevo puerto desde un barco comercial y por las instalaciones.

La satisfacción también dominaba en la cara de Joana Barceló. La actual consellera de Trabajo y Turismo presidía el Consell cuando se pactó el proyecto, que salió de la propia institución insular. "Costó mucho liderar este proyecto, y fue muy duro tanto a nivel político como personal, pero ver que hoy todo el mundo lo celebra, incluso los que no confiaban en este proyecto, es la mayor satisfacción posible. Esto es la política, liderar acuerdos y tomar medidas", comentaba.

El conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero, era ayer uno de los más satisfechos. No dudó en colgarse una cámara fotográfica al cuello e ir tomando fotos de la llegada del "Nura Nova". "Hay que dar la enhorabuena a todos los que han hecho posible este puerto, que nos habíamos comprometido a tener operativo antes de Sant Joan y miren, lo hemos conseguido un mes antes a pesar de las dificultades", explicaba.

El capitán que ayer gobernaba el "Nura Nova", Jordi Homar, bajó al muelle a saludar a las autoridades asistentes. Bromeando sobre su calvicie, les explicaba que "este es un buen cambio, yo ya me había quedado calvo operando en el puerto interior y no me puedo recuperar, pero esta mudanza merece la pena". Uno de los efectos del puerto de Son Blanc, comentaba, será la reducción del trayecto marítimo entre Alcúdia y Ciutadella en diez minutos. Esto no supondrá ninguna alteración de los horarios, sino simplemente que el barco estará más tiempo en puerto.