Una treintena de comerciantes de Sant Lluís, la mayoría con negocios en la calle Sant Lluís, protagonizaron ayer al mediodía una ruidosa manifestación en el Pla de sa Creu, frente al Ayuntamiento, para protestar por la señalización de un carril peatonal y el cierre de dicha calle -conocida por Es Cós- debido a las obras de la nueva sala multifuncional.
Los comerciantes acordaron reclamar que el margen derecho de la calle, reservada como carril peatonal, se convierta de nuevo en aparcamiento, esta vez con limitación horaria, al igual que el margen contrario.
El grupo de manifestantes irrumpió en la plaza del Ayuntamiento con una gran pancarta con la leyenda "Ja està bé. Volen acabar amb el petit comerç?", además de otras de menor tamaño que aludían a los efectos negativos para sus negocios de la actuación del equipo de gobierno del PSOE y PSM-Verds: "Es Cós tancat, poble mort"; "Ja tenim s'estora vermella pel futur Teatre", en referencia al color del carril peatonal que discurre frente el edificio; y "Con 250 años de historia primera vez que se cierra toda la calle".
Los comerciantes expresaron su indignación con el insistente ruido de silbatos, ante la incredulidad de las personas que transitaban por la zona. Mientras tanto, el presidente de la Associació de Comerciants de Sant Lluís, Joan Carreras, y los vocales Catina Coll y Biel Carreras se reunieron con el alcalde Llorenç Carretero para expresarle el malestar del colectivo por el cierre por obras del Cós durante esta época del año y reivindicar la conversión del carril peatonal del Cós en zona azul.
Media hora después, Llorenç Carretero, acompañado de los ediles Remigio Lora y Sergi Cruz, salió a la plaza y, después de pedir disculpas por no haber informado previamente a la asociación de las acciones llevadas a cabo, justificó la actuación municipal. Carretero aseguró que la señalización del carril peatonal no era ninguna novedad, sino que sustituía la delimitación realizada hace tres años con bolardos. Sobre el cierre de un tramo del Cós hasta mediados de junio, el alcalde subrayó que prevalecía la seguridad ciudadana por la demolición del antiguo teatro, unos trabajos que debían iniciarse antes del verano y que, después de paralizarse durante tres meses, se reanudarán a mediados de septiembre. Carretero recalcó el interés público de la obra y recordó que los vecinos -no los políticos- serán los beneficiarios de la nueva sala multifuncional.
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