La flota de coches envejece y los talleres ven peligrar su futuro

Pesimismo
Relata Capella que el pesimismo reina en el sector. Un par de talleres han cerrado en los últimos tiempos y ha habido despidos de personal, pero lo peor de todo, afirma "es que la crisis aún no ha tocado fondo", a su parecer. Por otra parte, la flota envejece y aumenta el riesgo de accidentes.

Según el empresario, está muy claro que cada vez circulan más vehículos sin seguro y muchos sin pasar la ITV. "No hay dinero en los bolsillos y se nota. Algunos echan la gasolina de cinco en cinco euros". Sin embargo, si no fuera por esa revisión obligatoria muchos talleres ya habrían cerrado, estima su colega Juan Pons, propietario de un taller especializado en mecánica. "Los conductores solo se gastan dinero en lo estrictamente necesario y urgente", puntualiza para después recordar el peligro que implica circular con vehículos que no están en condiciones óptimas, A la hora de mirar el futuro, Pons tampoco es optimista: "Con los pocos coches que se venden es difícil que la cosa mejore".

Pero si hay un sector que de alguna forma se está beneficiando en el mundo de la automoción ése es el de los desguaces, sostiene Capella, ya que muchos recurren a ese mercado para comprar las piezas de recambio.

La situación en que se encuentra el parque móvil está propiciando también que aproximadamente el 50 por ciento de los partes del seguro acabe en siniestro total, dado que el coste de las reparaciones suele ser muy superior al valor del coche por fecha de matriculación.

Abandonos
Otra de las consecuencias que está teniendo la situación del sector, según Capella, es el aumento notable del número de coches abandonados en la vía pública. Preguntado por esa cuestión, el inspector jefe de la Policía Local de Ciutadella, Ignasi Camps, responde que las cifras son muy similares a las de otros años, si bien es verdad, reconoce, que por problemas de falta de personal en el Ayuntamiento, los coches sí permanecen más tiempo en la calle antes de ser retirados. Explica que si lo normal es que se tarde en retirar un vehículo entre tres y seis meses, la sobrecarga de trabajo en Gobernación está propiciando que se superen esos plazos.