Ángeles Martín ObispoMaó30/04/11 0:00
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Desoladores aunque esperados. Así califican la mayoría de los responsables sindicales y de las patronales menorquinas los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) conocidos ayer. El número de parados sigue desbocado y ya alcanza las 144.100 personas en Balears. En el primer trimestre del año el número de desempleados creció en 15.500 personas en relación con el trimestre anterior y en 16.700 si la comparación se realiza con el mismo período del año pasado. De esta forma, la tasa de desempleo bate un nuevo récord histórico y se sitúa en el 25,36 por ciento, cuatro puntos por encima media del país (21,29); una de cada cuatro personas en edad de trabajar no tiene empleo.

El archipiélago registra de nuevo el segundo mayor aumento de paro en el particular ranking de las Comunidades Autónomas y de nuevo es líder en la destrucción de empleo, al caer la ocupación en 26.000 personas. Con respecto al año pasado, en las islas se destruyeron 17.000 puestos de trabajo y el número de activos cayó en el primer trimestre en 10.500 personas, la mayor caída del país, y situó en 568.100 el número de personas que busca trabajo. La situación es aún más desoladora si la comparativa se realiza con las cifras de la EPA del período 2007-2011. En este caso la tasa de paro ha pasado del 9,15 por ciento al 25,36, lo que representa un incremento de más de 16 puntos, mientras que la tasa de actividad apenas ha aumentado un 1,22 por ciento, lo que demuestra la peligrosa parálisis que agarrota el tejido productivo balear y su incapacidad para generar puestos de trabajo. Las dificultades de acceso al crédito y la morosidad lastran a las empresas e incrementa las listas del paro.

Rozando los cinco millones
En el conjunto del país, la cifra de desempleados se incrementó en 213.500 personas durante el primer trimestre del año, y la de parados roza ya los cinco millones (4.910.200). Los hogares españoles con todos sus miembros en edad de trabajar sin empleo aumentaron en 58.000. En general el paro creció en 14 comunidades y tan sólo bajó en tres (Madrid, Canarias y La Rioja).