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Ayer fue el primer día después de la Operación Xoriguer. Ayer también fue el primer día desde el martes que pudieron pasar en libertad todos los cuatro detenidos en el desembarco de la Fiscalía Anticorrupción. Más allá de las posibles irregularidades y del secreto de sumario, Llorenç Brondo, Avel·lí Casasnovas, Biel Cardona y Manel Mercadal vivieron seguramente ayer el primer día del resto de su vida.

El ex alcalde explicaba ayer que "me encuentro bien y muy tranquilo. Es un trago muy difícil de pasar, más aún sabiendo que no has hecho nada que no pudieras hacer". Brondo fue liberado en la noche del miércoles. Pasó una noche detenido, en las dependencias de la Policía Local que él mismo inauguró. A pesar de la situación, asegura que "pude descansar bien, tienes que adaptarte a lo que tienes".

Las horas de encierro las pasó, cuenta, pensando, leyendo y rezando. El libro elegido fue el best-seller "Los pilares de la tierra", "una obra que tenía ganas de leer y que mira, al menos todo esto me ha servido para devorarlo". Su abogado también le trajo sudokus y una máquina de afeitar, algo que permite la ley, según explica el letrado.

Brondo se confiesa una persona con claras convicciones religiosas, y también se refugió en la fe en los momentos más duros. También Avel·lí Casasnovas recurrió al rezo durante su estancia en los calabozos de la Policía Local.

El ex concejal de Urbanismo también explica que "me encuentro bien. Ayer estaba muy cansado, pero hoy estoy mucho mejor gracias a la compañía de los familiares y los amigos". Casasnovas fue el penúltimo en salir en libertad en la noche del jueves, y por lo tanto fue de los que más tiempo pasó en los calabozos. "La espera es aburrida", sentencia.

Para combatir este aburrimiento, Casasnovas hablaba cuando podía con sus compañeros y también tuvo tiempo para la oración "pidiendo la máxima celeridad en la resolución de esta situación".

De todos modos, afirma que "las horas se me han hecho más o menos pasables, puesto que nos han prestado un trato digno, sin ningún privilegio". En lo que estaba a su alcance, Avel·lí Casasnovas cuenta que "no he notado ninguna bajada de ánimos en mis compañeros, a pesar de estar incomunicados del exterior".

El ex alcalde y quien fue su mano derecha en el gobierno, Avel·lí Casasnovas, hablaron ayer. Así lo explica Brondo, quien añade que Casasnovas es el único con el que hasta ahora se ha puesto en contacto. Entre ellos intercambiaron impresiones, y compartieron una opinión: creen desmesurada la intervención de la Fiscalía Anticorrupción y su detención.

"Ni nos escaparemos de Menorca ni somos asesinos en serie. Siempre hemos estado a disposición de la justicia", resume Avel·lí.

Brondo comenta, en la misma línea, que "se han pasado. Sabían dónde vivimos, esto ha sido una gran parafernalia". Casasnovas también entiende que las fuerzas de seguridad y la Fiscalía se han excedido. "Hubiera sido suficiente avisarnos con un papelito para ir a declarar. Ninguno de nosotros se hubiera negado a hacerlo, al contrario, siempre hemos estado a disposición de la justicia para colaborar en lo que hiciera falta", comenta.

De todos modos, tanto él como el exalcalde muestran su respeto a las decisiones judiciales, pero Casasnovas añade que "cada uno tendrá su opinión, y cada uno valorará si era necesario todo esto".

El secreto de sumario impide a los imputados hacer cualquier declaración que revele el contenido de las investigaciones. No obstante, Llorenç Brondo asegura que "como alcalde yo firmaba los decretos porque venían avalados por la opinión de los técnicos".

Por su parte, Avel·lí Casasnovas explica que "estoy completamente tranquilo, seguro que todos mis compañeros han actuado a consciencia y de que si hay algo mal hecho, ha sido por error".

Este periódico también se puso en contacto ayer con Gabriel Cardona, quien declinó hacer cualquier declaración. Este rotativo intentó también localizar a Manel Mercadal, pero fue imposible hacerlo.