El secretario general de Arquitectura del Ministerio de Fomento, Dionisio Chaparro, ha visitado esta tarde el Palau Oliver, acompañado por las autoridades locales e insulares. - Javier

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El secretario general de Arquitectura del Ministerio de Fomento, Dionisio Chaparro, ha visitado este miércoles el palacio de Ca n'Oliver, en el casco histórico de Maó, donde ha conocido el proyecto de reforma de la casa señorial en un centro de arte.


Unas obras que se engloban en el programa de recuperación patrimonial de elementos singulares de los municipios y que han sido adjudicadas a la empresa Dragados, S.A. por un importe de 3,1 millones de euros y que financia íntegramente el Ministerio.

Chaparro ha firmado, junto con el alcalde de Maó, Vicenç Tur, los representantes de la constructora y los arquitectos ganadores del concurso de ideas convocado para la rehabilitación del edificio -Vicenç Jordi, Antoni Vidal y Elisabet Figueras-, el acta de replanteo para el comienzo de las obras, que se prolongarán durante 30 meses y respetarán tanto la estructura del inmueble como las pinturas al óleo sobre tela que hay en sus techos y el fresco en el frontal de la entrada principal.

Ca n'Oliver es un edificio palaciego construido en 1805, de estilo neoclásico y un exponente de la arquitectura menorquina del siglo XIX. La casa se levantó sobre cinco solares situados en el centro de la ciudad, en un momento de expansión económica y urbanística de la misma, gracias al comercio marítimo, según ha explicado la archivera municipal, Ángeles Hernández, durante la recepción al alto cargo del Ministerio.

Fue precisamente la actividad comercial del puerto de Maó la que permitió al propietario de la casa, Llorenç Oliver i Morillo, hacer fortuna y construir el palacio para mostrar su posición social y vigilar, desde la torre que incluye la edificación, cómo entraban los barcos y se descargaban las mercancías.

Oliver i Morillo falleció poco después de construir el edificio en el que, sin embargo, vivieron cuatro generaciones de esta familia menorquina a lo largo de un siglo, para pasar a ser adquirido después por otra familia de Maó, los Victory, que más tarde pusieron a la venta el palacio.

El Ayuntamiento lo adquirió en 2005 con la ayuda económica del Govern para transformarlo en un espacio dedicado a la cultura que albergará las colecciones de pintura Hernández Sanz y Hernández Mora, así como una colección de grabado del Consell y la exposición de objetos históricos.