lópez. El ciutadellenc posa junto a su mujer, de origen holandés, y sus dos hijos, Kevin y Ethan - J.L

TW
0

Hacer la maleta y dejar atrás a la familia y a los amigos para emprender una nueva vida en un país extranjero no debe ser tarea fácil. No obstante, ni el escollo de un idioma desconocido ni las dificultades a la hora de encontrar un nuevo trabajo pusieron freno a las ilusiones de Jacinto López Gener (Ciutadella, 1973) que, acompañado por su mujer y sus dos hijos, decidió abandonar la Isla para instalarse en Venlo, una pequeña ciudad de los Países Bajos ubicada en la frontera con Alemania.

El menorquín y su familia aterrizaron en Holanda en enero de 2005 y, a pesar de los obstáculos iniciales, salieron adelante con éxito. Mientras López se enfrentaba al reto de aprender holandés, sus hijos se adaptaron con facilidad a la nueva realidad que les rodeaba.

Seis años después, el ciutadellenc es encargado del departamento de montaje de una empresa de metal y el mayor de sus hijos juega en la selección holandesa sub-15 de fútbol y se ha proclamado recientemente campeón de Holanda en técnica individual.

Su mujer es holandesa, ¿la conoció en la lsla?
Sí. Cuando nos conocimos en una discoteca teníamos 19 años pero ella llevaba varios años viviendo en España. La verdad es que me enamoré de ella desde el primer día. Nos casamos en Ciutadella y allí tuvimos a nuestros dos hijos, Kevin y Ethan. Antes de trasladarnos a Holanda yo tenía una empresa de pintura y decoración y mi mujer había trabajado en Ca'n Coll y en la zapatería Ca'n Torres. Los dos niños estudiaban en el colegio público Pere Casasnovas de Ciutadella.

¿Por qué decidieron marcharse a Holanda?
La idea fue mía. Aunque parezca un tópico, considero que la Isla te encierra un poco y tenía ganas de salir un poco de la monotonía. Quería que mis hijos tuvieran más opciones de futuro. En Holanda tan solo tenemos que coger el coche y podemos estar en París en cinco horas, en Bélgica en dos horas mientras que Alemania está como quien dice a la vuelta de la esquina.

¿Cuando se trasladaron?
Llegamos a Holanda en enero de 2005 y la verdad es que los primeros meses tras el traslado fueron un poco caóticos. El primer problema con el que me encontré fue el idioma, ya que para encontrar trabajo era totalmente necesario. Comencé un curso de holandés y gracias a ello pude empezar a trabajar seis meses después de aterrizar en Holanda.

¿Le resultó fácil aprender holandés?
Hay que reconocer que el idioma no es nada fácil y todavía menos en Venlo, donde también hablan un dialecto. Recuerdo que a pesar del curso de holandés seguía sin entender nada en la calle. ¡Era muy frustrante! Me pongo en la piel de los turistas que visitan Menorca con su curso de español para vacaciones y nos oyen hablar en menorquín. ¡Deben pensar que se han equivocado de país! De todos modos, yo siempre he tenido la mente abierta y eso me permitió integrarme con rapidez.

¿Cómo reaccionaron sus hijos?
Kevin, que por entonces tenía nueve años, fue quien más notó el cambio. Ethan tenía tan solo cinco años y prácticamente no le afectó. El mayor tuvo más problemas con el idioma ya que se vio obligado a empezar de nuevo con la gramática y la lectura. Fue un cambio muy grande para él a nivel educativo ya que en Holanda se aplican otras formas de enseñanza. Sin embargo, tuvo la suerte de que en su misma clase había una chica de madre colombiana que hablaba español y eso le ayudó mucho.

¿Se integraron con facilidad?
Sí. Los dos chicos comenzaron el colegio tan solo dos semanas después de que llegásemos a Holanda y recuerdo que durante la primera semana ya trajeron amigos a casa a jugar. Con el tiempo han hecho muchos amigos y su pasión es el fútbol. Kevin juega en la selección holandesa sub-15 y en noviembre se proclamó campeón de Holanda de técnica individual. Como premio se fue hace unas semanas a Manchester durante dos días para entrenar con los chicos del Manchester United, conocer el estadio y ver en directo un partido de la liga inglesa. Por su parte, Ethan juega en las categorías inferiores de un equipo profesional, el VVV-Venlo.

Supongo que notaron un cambio importante en relación al clima...
Sí. El clima es a lo que más nos ha costado adaptarnos. En invierno nieva y hace mucho frío, hemos llegado a estar a -10 grados centígrados. Nosotros estábamos acostumbrados al clima de Menorca aunque hay que decir que aquí no hay tanta humedad y, además, todas las casas disponen de calefacción central y están preparadas para las bajas temperaturas.

¿Hay alguna costumbre que todavía hoy le resulte curiosa?
Sí. Me sorprende mucho que las casas en Holanda tengan los ventanales descubiertos. Es una cosa que no me entra en la cabeza. Ves ventanales a pie de calle sin cortinas o con unos visillos casi transparentes abiertos de par en par. De este modo, puedes ver a la gente comiendo o tumbada en el sofá desde la calle. Para mí eso es impensable, necesito tener intimidad cuando estoy en casa.

Se incorporó de nuevo al mercado laboral seis meses después de instalarse en Holanda. ¿Le resultó fácil encontrar trabajo?
Buscar trabajo en Holanda es diferente a hacerlo en España. Aquí tienes que inscribirte en una oficina de trabajo temporal y, en base a tus conocimientos y a tu currículum, te buscan un trabajo adaptado a tus necesidades. El hecho de no saber el idioma y de que el currículum no se valora del mismo modo si no has trabajado en el país, complicó las cosas en un primer momento. Mi primer trabajo fue limpiando en oficinas y supermercados.

¿Para su mujer fue más sencillo?
No. Le pasó algo parecido ya que tampoco le validaban el currículum porque no tenía ninguna experiencia de trabajo en Holanda. Por ello, se vio obligada a aceptar lo que le ofrecían y limpiar casas era la opción más fácil.

¿Mejoró la situación con el paso de los meses?
Sí. Poco después conseguí un trabajo en el departamento de producción de una empresa de metal. Dos años después me trasladaron al departamento de montaje y ahora, después de cuatro años, soy encargado de sección. Además, estoy estudiando un curso de formación profesional sobre montaje electrónico.

Viven en Venlo, ¿se encuentran a gusto allí?
Venlo es una ciudad muy tranquila, demasiado tranquila en ocasiones. Está en la frontera con Alemania y durante los fines de semana se llena de alemanes que vienen a comprar aquí. La mayoría de establecimientos utilizan incluso los dos idiomas para marcar sus productos. Por el contrario, los holandeses van a Alemania a poner gasolina porque allí es mucho más barata. Nosotros vivimos a tan solo cinco minutos en coche de la frontera alemana.

¿Qué idioma hablan en casa?
Hemos probado de hablar en castellano en casa para que les sirva a mis hijos en un futuro pero no hay manera. ¡Siempre acabamos hablando en menorquín! De hecho, mi hijo pequeño entiende el castellano pero le cuesta hablarlo y, en cambio, habla un perfecto menorquín. Tal vez por el hecho de hablar menorquín en casa me cuesta más a mi aprender el holandés. De todas maneras, seguimos siendo menorquines aunque no vivamos en la Isla.

Tras seis años en Holanda ¿está satisfecho con la decisión de abandonar la Isla?
Sí, estoy muy satisfecho. Ha sido una experiencia muy positiva para nosotros y también para nuestros hijos. Aquí tengo más tiempo libre para dedicárselo a los chicos. En general, la mayoría de la gente termina su jornada laboral a las 17 horas. En mi caso, empiezo a las 6 horas y termino a las 14.45 horas, así que no me quejo. Sin embargo, una de las cosas que no me gustan de Holanda es lo poco que aprecian el buen comer. Abusan de la comida rápida pero lo realmente grave es que no les gusta cocinar.

¿Suele visitar Menorca?
La verdad es que no. Desde que me fui de la Isla, hace seis años, tan solo he vuelto en una ocasión. Me gustaría poder ir más, especialmente para ver con más regularidad a mis padres y hermanos.

¿Qué es lo que más echa de menos?
Además de mi familia, echo en falta las fiestas de Sant Joan, la playa, la sobrasada y el trato con la gente.

¿Tienen intención de volver a instalarse en la Isla en un futuro?
Por el momento no tenemos planeado volver a Menorca, estamos muy a gusto en Holanda. Tal vez si me toca la lotería o cuando me jubile volveré a la Isla de vacaciones permanentes.

Sugerencias para la sección "Menorquines en el mundo"e-mail: msola@menorca.info