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El Consell insular está negociando con dos fabricantes de vehículos eléctricos la cesión de una docena de unidades a las empresas de alquiler de coches para su comercialización durante la próxima temporada turística. Esta iniciativa se enmarca dentro de la puesta en marcha del Plan Estratégico de Movilidad Eléctrica promovido por la institución insular, que persigue que en 2015 circulen 1.600 coches eléctricos en la Isla.

El presidente del Consell, Marc Pons, y el conseller de Movilidad, Damià Borràs, presentaron ayer el documento para la implantación del vehículo eléctrico en el próximo cuatrienio, con la dotación de 551 puntos de carga distribuidos en la Isla, de los que 274 estarán situados en hoteles, apartamentos y empresas de alquiler de coches, 208 en la vía pública y en menor cantidad en playas, polígonos industriales y aparcamientos privados de acceso público, entre ellos el Aeropuerto de Menorca.

Marc Pons señaló que la Isla posee unas condiciones geográficas idóneas, además de ser Reserva de la Biosfera, para la implantación de la movilidad eléctrica, cuyo plan de actuación será explicado en la Junta de Alcaldes de este mes. Pons subrayó la necesidad de implicar al Gobierno central en esta iniciativa, al objeto de obtener financiación para desarrollarla, y de los agentes sociales y económicos. Así, señaló que el sector turístico, con las empresas de alquiler de coches y los hoteles y apartamentos, debe constituir el principal apoyo para la realización de este plan.

Damià Borràs señaló que el modelo idóneo para la Isla es el vehículo eléctrico dotado de baterías y precisó que el coste del consumo anual es casi cinco veces menor que el de un vehículo a combustión. Borràs aseguró que el segmento de implantación son los turismos, aunque también puede estudiarse la extensión a de motocicletas o bicicletas en trayectos más cortos. Además, recalcó la importancia de disponer de una infraestructura con suficientes puntos de carga, con el objetivo de habilitar este año 23 puntos en la vía y aparcamientos públicos, 35 en hoteles y empresas de alquiler de coches, ocho en polígonos industriales y nueve en playas, entre otros.

En este sentido, Marc Pons señaló que el coste de cada punto de carga oscila entre 2.000 y 3.000 euros, algunos de los cuales serán financiados por la Administración pública y otros por empresas privadas.