Cuatro autobuses aparcados en un calle cercana a la entrada del Hotel Port Ciutadella hacían presagiar que la presentación de Santiago Tadeo como candidato del PP al Consell de Menorca y al Parlament balear iba a reunir a un buen número de afiliados conservadores. Y así fue. Más de 400 personas arroparon al candidato popular en lo que podría ser el pistoletazo de salida de la precampaña.
Al sonido de la pegadiza sintonía popular, Tadeo entró en la sala cuando ya casi todos los afiliados habían tomado asiento. El candidato estaba acompañado por el presidente del PP balear, José Ramón Bauzà, el secretario general regional, Miquel Ramis, y la presidenta de la agrupación local de Ciutadella, Assumpta Vinent.
En el estrado esperaba un cartel con el lema "Tiempo de cambio. Tadeo x Menorca", un guiño al sector más joven de la población, acostumbrado a aplicar las tijeras en el lenguaje de los teléfonos móviles. Tras los abrazos protocolarios a cargos públicos y candidatos (estaban todos los alcaldables conservadores excepto el de Ciutadella, por motivos familiares, y el de Es Mercadal, que aún no se sabe quien es), tomó la palabra Assumpta Vinent, quien habló de "un día muy importante para Menorca".
Como es habitual en todo acto de campaña o precampaña, los oradores se dirigieron a Tadeo como futuro presidente del Consell. Él recogió el guante, y se autoproclamó próximo máximo mandatario de la institución insular.
Durante sus veinte minutos de intervención se salió algunas veces del guión, introduciendo críticas hacia los actuales gobernantes. En su discurso defendió el proyecto del PP como el garante del cambio. De hecho, cambio fue la palabra más pronunciada en toda la noche.
Assumpta Vinent aseguró que "Menorca no solo quiere cambio, está sedienta de él". Desde un vídeo, Mariano Rajoy habló implícitamente del cambio asegurando que "con Tadeo la gente será más feliz y estará más contenta". Y el candidato volvió a insistir en el cambio, y esa palabra fue pronunciada hasta en veinte ocasiones durante su intervención.
Tadeo describió este cambio que promete para Menorca, y aseguró que será "contra nadie y contra nada". Mediante su política, aseguró hacer que "Menorca se vuelva a parecer a Menorca, aquella tierra de oportunidades".
Lo más aplaudido de su intervención fueron las improvisaciones que introdujo al hablar de sus contrincantes socialistas. "No dejaremos que el Consell sea una agencia de colocación del partido socialista", sentenció.
Fue especialmente crítico con Joana Barceló, y aprovechó la actualidad autonómica, en la que se pide la dimisión de la actual consellera de Turismo y Trabajo.
"Quien más ha destrozado el turismo en Menorca ahora está de consellera. Seguro que cuando le han pedido la dimisión no ha hecho ni caso, porque aquí hemos estado mucho tiempo intentando que se fuera sin conseguirlo", destacó.
El candidato popular al Consell fue interrumpido hasta quince veces por los aplausos de un público entregado, que recibió incluso con más entusiasmo al presidente regional del PP.
Bauzà sorprendió a muchos al desplegar un discurso repleto de cercanía, de guiños humorísticos y de complicidad. Utilizando tanto el catalán como el castellano, Bauzà se fue metiendo a los suyos en el bolsillo con su defensa de Tadeo pero también con sus críticas al actual gobierno autonómico e insular.
El presidente regional, sin corbata y muy suelto en el estrado, cargó contra Joana Barceló, contra Francesc Antich y contra el equipo de gobierno del Consell. Defendió su propuesta de alargar una hora diaria las clases en los colegios de primaria, y abogó por incrementar la seguridad jurídica, reducir la administración y obtener la complicidad del sector privado.
Al final de su discurso, y cuando desde el comedor ya llegaba el aroma de los aperitivos, Bauzà se había hecho definitivamente con un público ya predispuesto a aplaudirle cuando se dirigió a la mujer de Santiago Tadeo y le confesó que "te tengo que pedir perdón por adelantado, porque en los próximos meses no vas a ver casi a tu marido porque va a estar trabajando intensamente".
Con la sintonía del PP a todo trapo acabaron los discursos y empezó el aperitivo. Los más de 400 afiliados y simpatizantes se levantaron de sus sillas contentos, sabedores que la precampaña no ha hecho más que empezar y recordando el mensaje de Rajoy: durante la campaña electoral, visitará Menorca. Mientras la lluvia caía fuera del hotel, en su interior reinaba una euforia ligeramente contenida. La precampaña se avecina larga.
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