turismo. Los contratos fijos-discontínuos son consecuencia de la temporalidad en la actividad laboral - Archivo

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Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras (CCOO) en Menorca, Servando Pereira y Ramon Carreras respectivamente, reconocieron ayer sentirse preocupados por cómo afectará la reforma de las pensiones al colectivo de trabajadores fijos-discontinuos, que suma alrededor de 50.000 personas en Balears.

Ambos afirmaron desconocer "la letra pequeña" del principio de acuerdo alcanzado entre sus respectivas centrales en Madrid con la patronal y el Gobierno, y señalaron que el próximo lunes se celebrará una reunión urgente en Palma, a la que asistirán los dirigentes de UGT y CCOO de las Islas, para analizar el texto resultante de las negociaciones.

En relación a lo que ha trascendido sobre el nuevo cálculo de las pensiones, con un periodo de cotización mínimo que se fija en 38,5 años para los que quieran jubilarse a los 65 y en 37 años para los que se retiren a los 67, a priori ambos líderes sindicales reconocieron que, si no se contempla un trato específico para los fijos-discontínuos, éstos saldrán claramente perjudicados, ya que tendrán muy complicado poder alcanzar el periodo mínimo de cotización obligatorio. Tanto Pereira como Carreras se mostraron cautelosos a la hora de valorar el acuerdo sobre las pensiones, ya que éste todavía está en redacción y sus respectivas ejecutivas aún no lo han analizado. "Mi primera impresión personal es crítica", aseguró el responsable de CCOO, Ramon Carreras, a la espera de conocer "si hay excepciones" que puedan afectar a las comunidades como Balears, con una fuerte estacionalidad en el empleo. "Hay aún demasiadas lagunas", aseveró el dirigente de UGT, Servando Pereira, quien recordó no obstante que "las pretensiones iniciales del Gobierno eran todavía más duras" y añadió que, al menos, "se ha recuperado el diálogo social, que llevaba roto dos años".