Confiesa que las entrevistas no son lo suyo, pero a medida que va avanzando el encuentro, amenizado con las comunicaciones de la emisora que crepita en su despacho, se va sintiendo cómodo y la pasión que siente por su trabajo impregna todas las respuestas y da un brillo especial a sus ojos menudos y vivaces. Fernando León Vivó (Ciutadella, 1958) es desde el pasado mes de abril jefe de la Comisaría de Maó, aunque más que el cargo lo que valora es la profesionalidad de sus funcionarios y, en clave general, que tengan una vocación marcada. "Es la cualidad más importante y la que compensa todas las dificultades con las que topamos", sostiene.
¿Qué siente siendo profeta en su tierra?
Esto ha sido una casualidad, para mí no cambia el hecho de que yo intento aprender y solucionar problemas cada día.
Los últimos acontecimientos parecen querer desmentir a Menorca como la isla de la calma. ¿Podemos seguir tranquilos los menorquines?
Pienso que sí, que podemos seguir estando tranquilos. Pese a que suceda algún hecho relevante y haya que tomar cualquier medida de seguridad, la tasa de criminalidad es muy baja en comparación al resto de España y los hechos se suelen resolver de forma efectiva, rápida y eficaz por parte de los funcionarios de esta comisaría.
¿A qué se puede atribuir esta baja tasa de criminalidad? ¿La crisis se ha dejado sentir?
Aquí en Menorca tradicionalmente casi siempre ha habido trabajo y es un factor importante que propicia que cada uno lleve su propia vida y que la tasa de criminalidad no refleje cosas muy importantes. Creo que la crisis no se ha notado especialmente si bien queda por ver qué sucede en el futuro.
¿Cuál es el peor crimen?
Hay muchos, pero sin duda los que atentan contra la vida de las personas, entre ellos podríamos incluir los malos tratos en el ámbito familiar, los que atentan contra la libertad y la indemnidad sexual de las personas, trata de seres humanos o explotación laboral y después delitos contra la salud pública y contra el patrimonio y el orden socioeconómico.
¿Y el delincuente más difícil de atrapar?
Los delincuentes son hoy en día todos muy difíciles de atrapar porque aprenden una serie de estrategias para que nosotros no los podamos identificar y resolver los delitos. A título de ejemplo, se podría mencionar la delincuencia organizada o el terrorismo de cualquier signo.
¿Y es más complicado atraparlos aquí que en otros lugares? ¿Tiene Menorca menos medios humanos y materiales?
Creo que no. Lo más importante es exactamente igual aquí que en cualquier otro lugar, de lo que se trata es de hacer una buena investigación una vez se ha perpetrado el delito o nosotros lo conocemos, aplicamos los protocolos que tenemos para cada tipo delictivo. Y, además, en el caso del Cuerpo Nacional de Policía, tiene jurisdicción en todo el territorio nacional y existen una serie de grupos especializados que tienen sus propias técnicas y nos pueden ayudar a esclarecer un delito como, por ejemplo, en el caso reciente que ha pasado en Menorca, en el que hubo una buena intervención tanto de los compañeros de esta comisaría como de los que vinieron desde la Jefatura Superior.
Este caso, el de César, ha sido muy mediático. ¿Cómo es la relación de la policía con los medios? ¿Es complicado trabajar en esta sociedad que lo quiere saber todo?
Es muy complicado, principalmente en las primeras investigaciones que es los que a nosotros nos da algún tipo de pista para intentar averiguar los hechos y que a nosotros no nos conviene que lleguen al ciudadano en general, aunque posteriormente no haya problema en explicarlo.
Volviendo a la importancia de la investigación. ¿Da rabia cuando se habla de malas investigaciones?
Una investigación mal hecha significa destrucción de indicios y pruebas y, claro, esto al final repercute en la propia investigación.
¿Y esto por qué pasa, por despistes, por no ser consciente de que esos indicios o pistas están ahí?
Pasa por un conjunto de cosas, por un pequeño error o una investigación en general mal hecha. Lo que sí que está claro es que el crimen perfecto no existe, otra cosa es que no se pueda detener a esa persona, pero el crimen perfecto no existe.
¿Quiere decir que en toda investigación llega un punto en el que se sabe todo lo que ha pasado y quién lo ha hecho?
Sí, presumimos una cosa, pero a lo mejor no se puede demostrar.
Vamos, que son más listos que los delincuentes, o lo intentan.
No, tampoco es eso. Nosotros siempre vamos detrás de los delincuentes, ellos siempre van por delante y a raíz de lo que ellos hacen nosotros aprendemos, aunque nosotros también tenemos una serie de conocimientos técnicos que se presupone que el delincuente no tiene.
¿Cómo han impactado las nuevas tecnologías en la delincuencia?
Han impactado mucho, es una nueva modalidad delictiva.
¿Y el incremento de la delincuencia juvenil?
Es un problema que no afecta directamente al Cuerpo Nacional de Policía. Como casi todos, deriva de la estructura de la sociedad que tenemos. Me atrevería a decir que el delincuente juvenil es víctima de su propia situación. Normalmente son jóvenes que viven en familias desestructuradas y padecen algún tipo de drogodependencia y sus responsables legales, bien padres o tutores, suelen ser conflictivos y tener problemas laborales, por ello esos jóvenes acostumbran a vivir rozando el delito y aquí habría una labor muy importante de prevención. Si esta situación se detectase a tiempo, quizás se podría sacar al joven de esta espiral de violencia trabajando desde servicios médicos, sociales, jurídicos y policiales, lo que repercutiría beneficiosamente en él.
¿Valen las mujeres para estar en la Policía? ¿Qué aportan diferente?
¡Por supuesto que valéis! Si no fuera por las mujeres habría muchos servicios que serían impensables, como los de prevención, información, extranjería y policía científica, aunque no aportan nada diferente. Como policía tanto vale un hombre como una mujer y no hay ningún tipo de discriminación.
¿En la sociedad actual la pena cumple con la función que se le otorga, resarcir a la víctima y contribuir a la reinserción del delincuente?
En España, la parte de juzgar y dictar sentencia corresponde al poder judicial y dentro de la propia sentencia se contemplan ambas vertientes y habrá casos en los que esto funcionará y otros en los que no. Desde el punto policial lo que sí puedo comentar es que hay delincuentes que son detenidos una o dos veces y no vuelven a delinquir más y otros que por el contrario hacen de la delincuencia su "modus vivendi", su propia manera de pensar y de vivir la vida y no tienen intención ninguna de cambiar.
¿La cárcel de Menorca ayudará? ¿Está la sociedad menorquina preparada para asumirla?
Principalmente será un avance para los familiares de las personas que tiene a alguien encarcelado y les evitará unos gastos y unas molestias, haciendo más llevadera la situación, sobre todo si su economía es precaria. Y Menorca está preparada para tener las infraestructuras que los habitantes de Menorca quieran darle a través de las instituciones insulares, autonómicas y también estatales.
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