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En abril de 2004, su tesis "Nuevas estrategias para la optimización y tratamiento de datos en HPLC", defendida en la Universidad de Valencia, mereció el premio Massart por la sociedad belga de quimiometría, otorgada a la mejor contribución científica en su disciplina, a nivel mundial. El trabajo de Gabriel Vivó Truyols dio lugar a unos 15 artículos científicos, uno de los cuales recibió el Premio de Investigación San Alberto, promovido por el Colegio de Químicos de Balears.

Desde entonces, la carrera de este químico menorquín, especialista en cromatografía y quimiometría, que trabaja desde el año pasado como investigador-profesor en la Universidad de Amsterdam, no ha hecho sino crecer.

"Mi tesis –explica el científico ciutadellenc– dio un pequeño paso adelante en varios aspectos relacionados con el tratamiento de datos de un tipo de instrumentación científica muy usada en laboratorios corrientes, la cromatografía líquida. Para explicarlo de una forma simple: trató, por un lado, de encontrar las mejores condiciones experimentales para que dicha instrumentación funcione a pleno rendimiento; y por otro, encontró nuevas soluciones para sacar el máximo partido a los datos obtenidos mediante esa técnica".

Terminada su tesis, Gabriel Vivó marchó a la Universidad de Amsterdam para ampliar sus investigaciones, lo que se conoce en la carrera investigadora, como la etapa postdoctoral. Finalizado este periodo, que se prolongó por espacio de más de tres años, trabajó en Londres como investigador en la multinacional BP y, posteriormente, se incorporó a la Universitat de les Illes Balears, donde trabajó durante doce meses.

A finales del año pasado, aceptó la oferta de la Universidad de Amsterdam para incorporarse a ella como "U.D." (universitair docent), el equivalente a profesor titular universitario en esta institución, una de las mayores universidades de los Países Bajos, con capacidad para acoger a alrededor de 16.000 alumnos, Vivó Truyols compagina tareas de docencia y de investigación en química analítica, la parte de la química que tiene como finalidad el estudio de la composición química de un material o muestra, y que se sirve para ello de herramientas como la cromatografía o la quimiometría.

El profesor menorquín compagina su trabajo en la universidad con el que realiza en su propia empresa (su propia spin-off), en la que da servicio de investigación a otras empresas.

-¿Qué es la química analítica?
-La química analítica es la disciplina de la química que se encarga de analizar las sustancias. Sus aplicaciones son inmensas. La química analítica se encarga de desarrollar métodos para analizar los contaminantes en el aire, las impurezas presentes en una tabla farmacéutica, el azúcar en sangre, o la estructura cristalina de los cementos, por poner algunos ejemplos.

-¿Qué le llevó por estos caminos?, es decir ¿dónde radica para usted el atractivo de esta ciencia?
-Desde pequeño, me he sentido atraído por la ciencia y la investigación. Siempre me ha parecido muy atractiva la característica que tiene la ciencia de hurgar en lo desconocido para hallar nuevas respuestas. Siempre existe la necesidad de innovar, de buscar la respuesta a otras preguntas. Esto hace que en ciencia sea difícil aburrirse. Cuando se encuentra una solución a una pregunta o a un problema, uno se encuentra con otras preguntas y otros problemas que resolver. El atractivo de la química analítica es doble. Por un lado, es una disciplina científica, y como tal busca y avanza siempre hacia nuevos retos; por otro, es una disciplina que da servicio a otras ramas científicas. Por poner un ejemplo, los métodos actuales para analizar proteínas no tienen nada que ver con los que existían hace treinta años. Sin embargo, los bioquímicos están interesadísimos en conocer el mapa completo de proteínas de un organismo, de ahí que los avances en química analítica de proteínas sean tremendamente útiles para los bioquímicos.

-Dentro de la química analítica, uno de los campos de interés en los que usted trabaja es la cromatografía. ¿Qué es, en pocas palabras, la cromatografía?
-Para explicarlo en términos lo más sencillos posible, la cromatografía significa "divide y vencerás". A través de la cromatografía, podemos separar las sustancias en sus componentes. Se reduce a analizar cada una de las partes de las que se componen sustancias muy complejas que, de otro modo, resultaría dificilísimo analizar.

-¿Cuáles son sus aplicaciones más comunes?
-Las aplicaciones son enormes. La gasolina que utilizan los automóviles, por ejemplo, está compuesta de cientos de tipos de moléculas. La cromatografía ayuda a separar los componentes de la gasolina para saber sus propiedades dentro del motor. Otro ejemplo de aplicación muy común: cuando se fabrica un producto farmacéutico, es muy importante analizar las impurezas que se producen en el proceso de fabricación, ya que algunas impurezas pueden ser tóxicas para el paciente. Muchos análisis de control de calidad de productos farmacéuticos utilizan métodos cromatográficos para analizar impurezas.

-¿Cuáles son las ramas de la ciencia en las que se encuentra una mayor aplicación?
-Aunque tiene aplicación en muchísimas ramas, desde la arqueología hasta la medicina, podríamos decir que la propia química sea tal vez la rama que se sirve en mayor medida de la cromatografía. De hecho, todos o casi todos los procesos químicos que requieren análisis utilizan la cromatografía: desde refinerías de petróleo hasta la industria alimentaria.

-Usted es también especialista en quimiometría. ¿Cuál es la finalidad de esta ciencia?
-La quimiometría es una disciplina dentro de la química analítica. Trata de la aplicación de técnicas estadísticas para análisis de datos que se producen en el contexto de la química analítica. Es una disciplina relativamente reciente, que tuvo su 'boom' con la accesibilidad a los ordenadores y a los métodos modernos de cálculo. El impresionante avance de la instrumentación analítica ha producido un –también impresionante– incremento del volumen de datos producidos en los laboratorios. Ello ha requerido métodos de análisis capaces de transformar de forma eficaz esa ingente cantidad de datos en información útil.

-¿Cuáles son las herramientas o técnicas más relevantes en quimiometría?
-Como uno puede sospechar, la quimiometría está a caballo entre la matemática y la química analítica. En el fondo, es un área multidisciplinar.

-¿Qué objetivos prácticos persigue la quimiometría?
-Los objetivos pueden ser muy variados. En algunas aplicaciones, nos interesa obtener una respuesta inmediata, aunque sea aproximada. Por ejemplo, algunos colegas de mi profesión –en Bélgica, concretamente– han puesto en marcha un método para analizar en tiempo real la calidad de la leche. En leche que se vende, envasa o procesa. A través de análisis sencillos y modelos numéricos, la quimiometría es capaz de dar respuesta a este problema. En otras ocasiones, el objetivo de la técnica no es ganar tiempo, sino información. Por ejemplo, cuando se quiere información exhaustiva sobre una muestra compleja, como es el caso del mapa proteico de una muestra biológica, se requieren métodos estadísticos complejos –o muy complejos–, pero no interesa obtener una respuesta en tiempo real.

-Uno de los temas en los que usted ha trabajado es el análisis de polímeros con aplicaciones farmacéuticas, ¿de qué trata este trabajo?
-Para los fabricantes de ciertos fármacos, uno de los quebraderos de cabeza es conseguir que el fármaco, una vez ingerido, se libere en el tubo digestivo en el momento adecuado. Ello se consigue insertando el fármaco en un polímero biodegradable, que se digiere en el aparato digestivo. A medida que el polímero se digiere, se libera el fármaco. Tanto una digestión precoz como una digestión tardía del polímero tienen como consecuencia la liberación del fármaco en el momento inadecuado, restando eficacia al tratamiento. Resulta que las características del polímero infieren directamente en su biodegradación, de ahí que sea vital analizarlas. En mi universidad trabajamos para una compañía farmacéutica, ayudándola a encontrar métodos de análisis para este tipo de polímeros, de manera que pueda entenderse mejor su capacidad para liberar el fármaco en el momento adecuado.

-¿Existe alguna aplicación práctica, por ejemplo, para el análisis de diésel para vehículos?
-En efecto. Por las características de los materiales con los que trabajan, las empresas petroquímicas utilizan la cromatografía para análisis y control de los productos que producen. Entre otras, una de las aplicaciones de la cromatografía es el análisis de diésel para vehículos. En concreto, un análisis detallado de estos combustibles es capaz de revelar sus características, así como las posibilidades que se tienen para un procesado posterior de dichos combustibles.

-La quimiometría también se emplea en el análisis de metabolitos en procesos digestivos. En la empresa de alimentación para la que trabaja, Unilever, realizan este tipo de investigación. ¿En qué consiste su trabajo?
-En este caso, el objetivo del trabajo consiste en evaluar de forma exhaustiva qué ocurre con los metabolitos generados en ciertos procesos digestivos. Más concretamente, se trata de investigar cómo evoluciona la flora bacteriana ante la digestión de ciertos productos, y de observar cuáles son los metabolitos que experimentan un cambio que se puede atribuir a la digestión del producto. En este caso, la variabilidad del sistema es enorme, y el reto consiste en distinguir qué variaciones son atribuibles a la digestión del producto, y cuáles son simplemente variaciones debido al ruido experimental.

-Unilever ha invertido en 2009 la cifra de 891 millones de euros en I+D+I en todo el mundo. ¿Hasta qué punto cree usted, desde su experiencia, que es importante para las empresas, sobre todo multinacionales, invertir en investigación?
-Hay que tener en cuenta que el dinero invertido en investigación es dinero que implica cierto riesgo, con una rentabilidad que se obtiene a largo plazo. Por eso, existe una diferencia sustancial entre la manera cómo invierten en investigación las multinacionales, que tienen más capacidad para diversificar su riesgo, y cómo lo hacen las empresas más pequeñas. Lo que es innegable, al menos desde el punto de vista financiero, es que es imposible que una empresa se mantenga como líder en un mercado competitivo si no invierte en innovación. Vivimos en un mundo muy competitivo, y para que una empresa pueda mantenerse en los primeros puestos de su mercado debe estar siempre mirando al futuro, renovándose o investigando para superar a la competencia. Esto es algo que, en la mayoría de multinacionales, se suele tener bastante claro.

-Para desarrollar su trabajo, ¿es importante no perder de vista la realidad?
-Existe cierto grado de creatividad en nuestra profesión, por lo que es bueno conservar cierta dosis de "irrealidad". Dice Tomas Khun en su "Estructura de las revoluciones científicas" que los grandes hitos en la historia de la ciencia se dan porque alguien o algunos son capaces de abandonar una concepción aceptada de la realidad, y se proponen responder a preguntas desde un punto de vista completamente nuevo e, incluso, aparentemente irracional. Por otro lado, existe la necesidad de no perder de vista la realidad que se intenta explicar. Es por eso que en nuestra profesión es importante mantener, por un lado, cierta dosis de creatividad, y por otro, cierta dosis de realidad.