La ceremonia fue muy emotiva - La Voz de Galicia/Simón Balvís

TW
0

Unas 600 personas, entre las que se encontraban familiares, amigos y compañeros de clase, despidieron ayer al pequeño César Juanatey en una Misa de Ángeles que tuvo lugar en la iglesia San Martín de Noia, la localidad natal del niño.

El acto fue muy emotivo, sobre todo cuando los chavales que iban a clase con César sacaron el féretro del templo. Acto seguido el cuerpo del pequeño fue enterrado en el cementerio de Santa Cristina de Barro.

Los restos habían llegado a la localidad gallega el día antes. César fue ahogado por su madre en Maó en el verano de 2008.