Representación. El ensayo general de la ópera verdiana "Un ballo in maschera" se celebró ayer - Javier

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Una historia de amor y pasión, cargada de fidelidad, magia y entusiasmo. No se trata de la trama de ninguna ópera, aunque así lo parezca. Es como definen las voces Tamara Wilson, Serena Gamberoni y Marianne Cornetti su historia con la ópera.

Las tres artistas que mañana debutarán en el Teatre Principal de Maó para interpretar y dar forma a los personajes de "Un ballo in maschera" se quitan, en este caso, la máscara para dar a conocer su personaje, su relación con la música y su espíritu verdiano más fiel.

Cabe recordar que la producción elegida por la Fundació Menorquina de l'Òpera para la trigésimonovena Temporada de Ópera se representará mañana a las 21 horas y el domingo a las 19 horas. Ayer tuvo lugar el ensayo general y la puesta a punto de tan esperada obra verdiana.

Las tres voces femeninas del elenco han actuado en algunos de los teatros más reconocidos del panorama musical como el Houston Grand Opera o el Metropolitan Opera, entre muchos otros. Pese a su experiencia en interpretaciones ante miles de personas y en recintos de enormes dimensiones, no han depreciado para nada la puesta en escena en el Teatro Principal, de reducido tamaño. Es más, ha ocurrido todo lo contrario. La soprano Tamara Wilson, natural de Chicago, asegura que "en Estados Unidos cantamos a un público anónimo, es imposible ver las caras de quien nos escucha". De la misma manera opina la mezzosoprano Marianne Cornetti quien asegura que la perfección en cada gesto, cada nota, cada palabra debe ser más extrema porque todo se percibe, "es como estar desnudo ante el público", apunta.

A su vez, reconocen una magnífica sintonía entre todo el entramado artístico y técnico que conforma la obra, clave para comunicar con el público, para sentir la obra y hacer vibrar a quienes miran, escuchan y también a quienes interpretan. "Es un trabajo duro pero si los personajes son cercanos la obra se hace amena y entusiasma", indica Gamberoni. Con ello asegura haber notado una enorme pasión musical en el coro, "un sentimiento que no solemos notar cuando el coro es profesional".

El personaje y su papel

La soprano neoyorquina, conocida como la artista verdiana por excelencia encarnará, a Amelia una mujer muy fuerte rodeada de un entorno hostil de difícil escapatoria. Se encuentra con problemas y obstáculos por doquier. A pesar de ello, Wilson asegura sentirse enamorada de su personaje que fusiona pasión y carácter con debilidad y vulnerabilidad. Y aunque existan verdaderas diferencias entre la artista y el personaje, Wilson destaca la fidelidad y honestidad que las rodea. Su comienzo artístico musical fue con "Un ballo in maschera" y desde entonces ha seguido fiel a Verdi. Es la primera vez que pisa territorio europeo y es por tanto en Menorca donde amplía las fronteras de su carrera profesional.

La soprano Serena Gamberoni interpretará el papel de Oscar, un joven, el paje del conde Riccardo, que encarna la inocencia y la admiración hacia su amo. Se trata del personaje bufo de la obra, el ser que aporta vitalidad, alegría, luz y chispa en medio de una trama con grandes pinceladas de oscuridad, dolor y sentimientos encontrados. A diferencia de Tamara Wilson Gamberoni es clara a la hora de reconocer su proximidad con el personaje y asegura que "no podría cantar una partitura que se alejara de mi personalidad". Añade que interpretar un papel como el de Oscar la hace volver a su infancia, "me olvido de las preocupaciones y me permite hacer análisis de cómo actuaría en caso de encontrarme en una situación similar". Para Gamberoni, volver a casa después de "Un ballo in maschera" es como haber estado "seis meses de vacaciones".

Curioso es que sea una voz femenina la que encarne un personaje varonil. En este caso, Gamberoni hace referencia a la pureza y la frescura que una voz de soprano puede ofrecer a un personaje joven. "Esta frescura no la puede ofrecer una mezzosoprano ni un tenor". Tampoco un niño, puesto que necesita madurez técnica para dar forma al personaje. Según la soprano italiana, Oscar conduce la obra y la levanta, "cuando aparece Oscar cambia la música, surge una explosión de positividad". Serena Gamberoni estrena en Maó su trayectoria profesional en España.

Finalmente, la tercera artista, la mezzosoprano estadounidense Marianne Cornetti, encarna al personaje Ulrica, una hechicera que anuncia qué le depara el futuro al conde. Se trata de un personaje fugaz, de corta presencia en el escenario pero con grandes dificultades vocales. "La potencia del personaje que debe resonar a lo largo de toda la obra se centra en un solo momento por lo que la precisión y la perfección debe ser máxima", asegura. Y apunta que aunque sea una sibila, la honestidad la acompaña en todo momento, "al igual que acompaña siempre a Cornetti".