Sus rostros son el reflejo de la desesperación y sus palabras evidencian el enfado y la indignación. Aunque en un primer momento estaban dispuestos a luchar por sus derechos, los trabajadores de la empresa Edificaciones Ramos se han visto obligados a aceptar el expediente de regulación de empleo para el cierre total de la constructora que el propietario, Gabriel Ramos, les presentó el pasado día 13.
"No queríamos aceptar esta medida porque sabemos que el señor Ramos tiene dinero y patrimonio pero nuestra precaria situación económica no nos permite prolongar este proceso durante más tiempo", señaló ayer Juan Carlos Jiménez, uno de los delegados sindicales de la empresa. "No tenemos ningún ingreso y los bancos, que en tiempos de bonanza nos abrían las puertas, ahora nos amenazan con embargarnos y con subirnos los intereses", lamentó.
Así las cosas, los 22 trabajadores fijos de Edificaciones Ramos reclamaron agilidad a la Conselleria de Trabajo a la hora de aprobar el ERE que se entregará próximamente (actualmente se encuentra en periodo de consulta). En este sentido, el secretario general de UGT, Servando Pereira, aclaró que la tramitación del procedimiento puede prolongarse hasta tres meses.
Los operarios exigieron al Ejecutivo autonómico que "miren con lupa" el expediente porque, según indicaron, temen que la administración "se lo mire por encima y pase página" al ser un procedimiento aceptado por los trabajadores. "El señor Ramos tiene patrimonio y unos cuantos chanchullos", explicaron.
Llegados a este punto, Pereira indicó que en la documentación presentada por Edificaciones Ramos se especifica que la empresa tiene pendientes de cobro alrededor de 2 millones de euros, un grueso importante de los cuales corresponden al Govern balear.
Hasta el momento en que la Conselleria de Trabajo firme el ERE, los trabajadores de la empresa constructora continuarán levantándose cada mañana para ir a trabajar, tal y como marca la ley. "Nosotros seguimos trabajando y acabando obras que cobra el propietario pero seguimos sin ver un duro, mientras el señor Ramos sigue llenando sus bolsillos", se quejó Jiménez.
Los operarios denunciaron que el empresario no les ha abonado la nómina del pasado mes de septiembre y, probablemente, tampoco van a cobrar el salario correspondiente al mes de octubre. También reclaman el 25 por ciento de la paga extraordinaria de julio, que tampoco recibieron en su momento.
Asimismo, puntualizaron que otros 30 trabajadores con contratos por obra y servicios se han visto afectados por esta situación y han finalizado su relación laboral con la empresa sin cobrar el finiquito correspondiente.
Reforma laboral
Los trabajadores hicieron hincapié en el hecho de que el propietario de la constructora se ha visto beneficiado por la nueva reforma laboral, que permite presentar un ERE alegando un año de pérdidas económicas.
Asimismo, el procedimiento presentado por Edificaciones Ramos establece indemnizaciones de 20 días por año trabajado por un máximo de 12 años, a pesar de que hay operarios que llevan 25 años trabajando para la constructora. No obstante, los trabajadores admitieron ayer que no tienen esperanzas de cobrar las compensaciones correspondientes ni las nóminas atrasadas a corto plazo.
"Algunas personas que han dejado toda su vida por esta empresa se irán con dos duros a casa y sin posibilidades de volver a trabajar en el sector de la construcción", matizó Jiménez, quien añadió que "hoy nos ha pasado a nosotros, mañana le puede pasar a cualquier otra empresa de la Isla".
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