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El Ayuntamiento de Maó tuvo en plantilla a principios de año y durante alrededor de cuatro meses a tres arquitectos. Al parecer el trabajo desarrollado por los dos arquitectos municipales Elisenda Boet y Xavier Tolós necesitó un "refuerzo puntual" que requirió la contratación de un tercer técnico, el arquitecto Emilio Fernández Terrés. Fuentes del Consistorio no especificaron ayer qué labor llevó a cabo este profesional en el área de Urbanismo, aunque precisaron que superó un proceso de contratación abierto y en ningún caso fue contratado a dedo. Al respecto insistieron en que las causas exactas que justificaron su contratación serán explicadas por el equipo de gobierno en el transcurso del pleno municipal que se celebrará mañana jueves a partir de las 20 horas, en respuesta a la pregunta planteada sobre esta misma cuestión por el concejal del PP Juan Manuel Lafuente.

El edil popular manifestó ayer que se enteró de la contratación del nuevo arquitecto mientras hacía un seguimiento de las últimas contrataciones del Consistorio. "En ningún momento nos informaron de la apertura de un proceso de selección por este tema", comentó contrariado. El concejal no se explicaba los motivos que llevaron a contratar un tercer técnico cuando los dos arquitectos en plantilla habían podido sacar adelante la revisión de todo un Plan General de Ordenación Urbana y la concesión de licencias en tiempos del boom inmobiliario. "Ahora apenas hay trabajo ya que el número de licencias de obra ha disminuido un 70 por ciento", remarcó Lafuente. El edil popular recordó que el arquitecto contratado es hermano de dos ex concejales del Ayuntamiento que ahora trabajan para el Govern; Francesc Fernández Terrés, regidor de Urbanismo con Arturo Bagur y que hoy día dirige el IBISEC y Félix Fernández Terrés, concejal con Borja Carreras, y ahora asesor de la consellera Joana Barceló.