Can Saura. En el interior quedan acabados pendientes de ejecutar - Cris

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El acto de recepción de las obras de Can Saura, previsto para ayer, no pudo celebrarse porque los trabajos no están terminados. Después de que el Ayuntamiento de Ciutadella diera varias prórrogas para asegurar el final de la reforma, la UTE adjudicataria de las obras no ha cumplido el ultimátum dado por el Consistorio.

El proyecto está ejecutado en un 97 por ciento, aunque queda un 3 por ciento pendiente de terminar. Se trata de la instalación de un elevador, varias actuaciones en el patio y pavimentar una de las salas, entre otros acabados previstos en el proyecto y que no se han ejecutado. "No podemos recepcionar una obra que no está terminada", explicó ayer la concejala de Cultura, Maite Salord, después de mantener una reunión con representantes de la UTE.

La edila sostiene que el problema no es económico. La reforma de Can Saura fue adjudicada a la UTE entre Torrent Coll, Edificaciones Ramos y Contratas Bartolomé Ramon, por 2,8 millones de euros que sufraga el Govern balear íntegramente, aunque el Ayuntamiento hace de intermediario para pagar.

La concejala de Cultura afirma que se han satisfecho todas las certificaciones y que sólo quedan por pagar dos facturas que suman 135.000 euros. "Cuando accedimos al gobierno en marzo de 2009, había un importante retraso en los pagos y en el desarrollo de los trabajos. Hicimos un esfuerzo y desde entonces hemos conseguido poner al día las certificaciones y que se avanzara en los trabajos. Desde que gobernamos hemos satisfecho a la UTE un total de ocho certificaciones de importantes cantidades de dinero. Para la concejala de Hacienda ha sido una prioridad hacer las liquidaciones de la obra", argumenta.

El Ayuntamiento asegura que la UTE ha cobrado, mientras que la adjudicataria esgrime que no ha sido posible terminar la obra, según Maite Salord. No obstante, fuentes consultadas apuntan que la raíz del problema es que la UTE tiene cuentas pendientes con las empresas subcontratadas para la reforma de Can Saura, que no han cobrado por trabajos hechos en el edificio municipal.

El Ayuntamiento aprobó por Junta de Gobierno la última prórroga a la empresa para que entregara las obras en fecha de ayer. No era la primera prórroga a la empresa. Tras acceder al gobierno municipal, la concejala dio a la UTE, en abril de 2009, un plazo de seis meses. No obstante, los plazos no se pudieron cumplir. Las obras continuaron, pero ralentizadas. En febrero de este año se reabrió la negociación con la adjudicataria para desbloquear el retraso del proyecto y pactar el final de las obras.

Ante el panorama actual, la concejala Maite Salord anunció ayer que "este mismo lunes empezaremos a estudiar una solución legal para que los trabajos en Can Saura queden terminados y pediremos responsabilidades a la UTE. Los servicios técnicos determinarán las actuaciones, que ahora desconozco si terminarán en una sanción. La prioridad es que las obras de Can Saura queden terminadas cuanto antes para poder desarrollar el proyecto museístico".

Precisamente, el año que viene el Ayuntamiento dispondrá de 800.000 euros para crear el Museu de Ciutat que proyecta en el edificio. El Govern balear aprobó el 10 de septiembre una línea de ayuda de 600.000 euros y los 200.000 euros restantes serán presupuestados por el Ayuntamiento. La realidad es que Can Saura lleva desde 2003 cerrado por obras. Primero se arreglaron los desperfectos que causó el temporal en 2001. Entre 2004 y 2005 se consolidó la estructura y se reforzó la cubierta. Fue en octubre de 2006 cuando empezó la reforma, que debía estar terminada hace dos años.