La juez deberá decidir sobre la extradición del acusado de Truvi

En estos casos, hay dos posibilidades. La primera, que la persona que investiga el caso solicite a las autoridades del país donde se encuentra el detenido, en este caso Rumanía, que envíe al presunto delincuente hasta el país donde se ha producido el delito, en este caso España. De ser así, las autoridades rumanas deberían autorizar el traslado, si bien en este caso parece que no habría dificultades porque anteriormente a la detención de Sarbu se había cursado una orden de búsqueda y captura a nivel internacional. Es decir, es muy probable que el detenido esté en prisión precisamente como consecuencia de esta orden internacional.

La segunda posibilidad es que si el detenido no es trasladado a España, sean las autoridades judiciales de Rumanía las que se encarguen de interrogarlo, dando traslado del resultado al Juzgado español. Sería lo que se conoce como una comisión rogatoria. Tras hablar con el detenido, se decidiría si se adopta alguna medida, o se cursa alguna petición más. De momento, las autoridades menorquinas están a la espera de recibir más información procedente de Rumanía, para conocer los detalles exactos de la supuesta detención, y sus motivos. Mientras, Oussama M., el detenido de origen magrebí al que se acusó de participar en el robo, sigue en la prisión de Palma a la espera de que se celebre juicio. Lleva allí desde julio del pasado año, y ha cambiado de abogado, para pasar a tener un letrado mallorquín. Con toda probabilidad, el juicio no se celebrará hasta que no haya nuevos avances en la investigación. En este sentido, la detención de Sarbu puede ser el punto de inflexión, y el detonante de la celebración finalmente de un juicio.