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El propietario del Bar Legend's de Cala en Bosc, Javier Arrian, asegura que los vecinos del complejo Christine Beach Club, en la zona del Lago, han mantenido desde el principio una actitud de "obstrucción" permanente hacia la labor de la Policía Local para evitar que los agentes comprueben directamente en sus apartamentos las denuncias por la contaminación acústica procedente de los locales de la zona. Todavía más, el empresario madrileño afincado en Menorca afirma que "no existe ni una sola sonometría positiva realizada dentro de los apartamentos". Es la reacción del titular del establecimiento, después de la instancia presentada hace un mes por un vecino del Christine Beach Club en la que invitaba al Ayuntamiento a adoptar medidas contra el "excesivo ruido" de los bares. Entre los presuntos focos de contaminación denunciados por este residente se encontraba el Legend's, junto a otros hoteles y cafés-concierto de la zona, como el Britannia, el Flamingo's Bar & Music, el Chaplin's, el Shamrock, el Hotel Casas del Lago y el Hotel Cala en Bosch.

Arrian, que lleva casi una década al frente del bar, no entiende que se incluya a su establecimiento en la relación de locales potencialmente emisores de contaminación acústica, máxime cuando -asegura el empresario- es uno de los pocos de la zona "y de todas las islas Balears" que cuenta con la preceptiva licencia de actividad secundaria. El propietario del Legend's admite que aunque es cierto que el Ayuntamiento instruyó en 2003 un expediente sancionador contra el local, desde hace cinco años el establecimiento funciona sólo como bar y no abre sus puertas más allá de las doce de la noche. "Cumplimos todos los requisitos que nos exige la ley. Ya no podemos adoptar más medidas preventivas de las que adoptamos", se lamenta.

La última vez que se actuó contra el local fue hace dos años. En junio de 2008, se firmaron sendos decretos de Disciplina Gubernativa contra varios establecimientos del Lago, entre ellos el Legend's, "por el ejercicio de la actividad musical en el exterior con reproductores musicales, altavoces y televisores" en las terrazas. El Ayuntamiento advirtió también con paralizar y clausurar la actividad a otros locales: el Britannia, el Pescador, y el Bar Chaplin's. Justamente -advierte Arrian-, tanto el Britannia como el Chaplin's disponen también de licencia secundaria, en el caso de este último establecimiento -afirma- por silencio positivo.

El Bar Legend's fue multado en 2003 por una infracción muy grave de la ordenanza municipal de ruidos. Se le aplicó una sanción de 1.800 euros más una suspensión de seis meses de la actividad musical por poner en marcha instalaciones sin contar con las preceptivas autorizaciones y sin el aislamiento acústico impuesto en la licencia.

Arrian admite que varios locales de la zona provocan ruidos y que incluso algunos, desconectan intencionadamente los limitadores. Pese a ello, defiende que su local ya no causa ningún problema a los residentes del complejo. Una afirmación que discuten abiertamente algunos de los vecinos que viven en la parte superior del local. Si bien es cierto que el Legend's ya no ocasiona tantas molestias como hace unos años, insisten en que el establecimiento tiene instalados altavoces en la terraza, además de una pantalla de televisión en la misma calle del Lago y que sigue provocando molestias.

Por otro lado, y refiriéndose a la época en que Joan Triay estuvo al frente del área de Gobernación, el empresario denuncia que durante un tiempo "se ha aplicado sospechosamente la ley sólo en aquellas zonas del Lago que causaban molestias al número 2 de UPCM, Antoni Pons Florit" (Pons Florit tiene dos apartamentos en propiedad en el Christine Beach Club). Para Arrian, la última instancia presentada al Ayuntamiento pidiendo que se adoptaran medidas contra varios establecimientos entre ellos el Legend's- "deja transpirar cierto tufo a cuestiones personales".

Al respecto de estas acusaciones, el ex edil de Gobernación, Joan Triay, insiste en que "siempre tramité todas las denuncias de vecinos que llegaron hasta mí, con independencia de quién denunciara, y en todos los casos me limité a aplicar la normativa". El concejal de UPCM cree, en todo caso, que debe tenerse en cuenta que la concentración de denuncias en la zona se debe, en gran parte, a que los bares del Lago se encuentran en una de las zonas "más conflictivas" de Ciutadella.

Javier Arrian pide que se deje trabajar a los bares del Lago, siempre y cuando los establecimientos ciñan sus actividades a las licencias fiscales que tienen concedidas. "Debemos ser capaces de proporcionar entre todos a nuestros visitantes un producto sugerente, y poder hacerlo sin tantas cortapisas, afirma. Por último, se queja que el Plan General permitiera en su día el uso residencial en una zona turística con una clara vocación de ocio como es el Lago de Cala en Bosc, "máxime cuando los apartamentos-vivienda del Christine Beach Club se construyeron en su día para los trabajadores de la zona".