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Lo acontecido el jueves en el pleno del Ayuntamiento de Ciutadella fue esperpéntico. Así lo califican, de uno u otro modo, los portavoces de los cinco grupos municipales, PSOE, PSM, PP, UPCM y Grupo Mixto. La tensión se adueñó una vez más del Saló Gòtic, sobrepasando nuevamente el cauce normal del debate político para convertirse en un enfrentamiento plagado de cruces de acusaciones entre concejales, entrando a valorar incluso cuestiones personales. Concretamente, las disputas suelen ir a cargo de los portavoces del Grupo Mixto y UPCM, Antònia Salord y Joan Triay, que se enzarzan con gran facilidad. Luego la tensión se traslada al público, también fácilmente alterable como quedó demostrado el jueves, cuando el rifirrafe acabó en insultos y el susto que dio uno de los presentes que tuvo que ser atendido por el 061. ¿No creen que debe abrirse un periodo de reflexión para revertir la situación?