Hospital. Los aspirantes se examinaron a primera hora de la mañana en el "Mateu Orfila" - Paco Sturla

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Satisfechos por el trabajo realizado pero con la incertidumbre de no saber el resultado final de tanto esfuerzo. Así se expresaron ayer a la salida del examen la mayoría de los aspirantes a cubrir las 19 plazas de especialidades médicas ofertadas por el Hospital Mateu Orfila y a las que sólo se presentaron 11 personas de las 15 inscritas. El hecho de existir menos solicitudes que vacantes aumentaba las probabilidades de lograr un puesto fijo, pero ninguno de los presentes ayer en los pasillos de la residencia sanitaria menorquina -muchos de ellos ya ocupan plaza de interino- daba nada por hecho.

El IB-Salut ha ofertado este año en Menorca siete plazas en Anestesiología y reanimación, aunque ayer concurrieron a estas pruebas sólo cinco personas. Para las cinco vacantes de Radiología se presentaron sólo tres personas, y para las cuatro plazas en Psiquiatría se examinaron también sólo tres aspirantes, mientras que para las tres vacantes de Pediatría sólo hubo un inscrito que ayer ni siquiera se examinó. El 50 por ciento de las plazas eran de acceso libre y la otra mitad de promoción interna.

Los aspirantes debían elegir y desarrollar uno de los cinco casos clínicos propuestos en el examen; la metodología de trabajo a desplegar por el facultativo teniendo en cuenta la enfermedad de base del paciente, el antes, el durante y el después de la atención prestada, así como el porqué de cada paso dado en respuesta a las preguntas planteadas por el examinador. "La prueba no ha sido difícil porque se basa en nuestra práctica, además luego tenemos la posibilidad de defender oralmente nuestras explicaciones. De todas formas, hay que tener en cuenta que estos exámenes sirven fundamentalmente para consolidar las plazas de interinos", comentó a la salida del examen Cristina de Arce, una de las aspirantes a cubrir las plazas de Anestesiología y que actualmente trabaja de interina en el 061. "Menorca profesionalmente no ofrece mucho porque esto es una Isla pequeña, la vida es cara y los vuelos también, pero ofrece estabilidad laboral", recalcó.

En el mismo sentido se expresaron Javier, Borja y Bruno, naturales de Argentina, Zaragoza y Calpe (Alicante), respectivamente. Todos ellos se presentaron igualmente a las pruebas de Anestesiología y reanimación. La mayoría son interinos y confiaban en consolidar su plaza. "Menorca nos da la posibilidad de un trabajo estable no sólo a nosotros, sino también a nuestras parejas que también trabajan en la Sanidad", explicaron, al tiempo que resaltaron los problemas que debe enfrentar el personal sanitario español para encontrar plazas libres en la Península. "En mi caso todos queremos quedarnos en Zaragoza, en los hospitales más grandes, pero la mayoría son productores de residentes y no se puede quedar todo el mundo. Encima los contratos que logras son precarios y temporales", comentó Borja, quien subrayó la calidad asistencial del "Mateu Orfila". "En Menorca la gente no sabe lo que tiene para ser este un centro secundario. Las listas de espera son muy inferiores a otros lugares y existe instrumental y medios que no se encuentran fácilmente en muchos hospitales", subrayó. Los tres confiaban ayer en poder defender su escrito en la prueba oral. "En nuestra especialidad hay más de una forma de enfrentarse a cada caso y la defensa oral forma parte del procedimiento", indicaron.

Adrián Arce (Santander), Miriam (Menorca) y Jaume (Barcelona) realizaron la prueba de Radiología. En esta especialidad hay cinco plazas vacantes en Menorca y sólo tres aspirantes, las suyas. Con una sonrisa nerviosa reconocieron que las probabilidades de lograr un contrato fijo eran muchas, "la prueba no ha sido muy difícil", advirtieron, aunque la amplitud de las respuestas posibles a cada caso propuesto por el examinador les provocaba cierta incertidumbre.

La oferta de empleo de estas cuatro especialidades en Balears fue de 119 plazas para 140 inscritos. Ayer se examinaron el 88,5 por ciento, 124 aspirantes. Estas son las primeras pruebas convocadas por el Govern después de recibir las transferencias en materia sanitaria hace siete años.