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"Yo también me he equivocado en esta vida y lo he pagado muy caro y ahora pretendo que paguen todos los que no han funcionado como les correspondía". Contundente se expresa Carmen Redó, la vecina de Sa Mesquida a la que, recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, dio la razón en el contencioso que mantenía con Demarcación Territorial de Costas.

Redó fue sancionada por reconstruir sin contar con la correspondiente licencia una rampa varadero ubicada en una zona de dominio público marítimo-terrestre del núcleo costero mahonés, que quedaba justo enfrente de su casa. La sentencia estimó el recurso interpuesto por Carmen Redó, justificando su proceder ante el "lamentable estado de conservación de la rampa" y la desidia de la Administración, que debió arreglarla.

Este pronunciamiento favorable no resarce a esta vecina que no duda en calificar todo lo acontecido con la rampa de "calvario", habida cuenta de la "actitud chulesca" y la "prepotencia" que, a su juicio, han mantenido tanto Costas como la Agencia Tributaria, que procedió a embargar la sanción declarada nula por vía ejecutiva.

En este sentido, Redó explica que hasta finales de junio no recibió la devolución del importe del embargo y que todavía está pendiente de que se le liquiden los intereses correspondientes. En este momento -cuando la deuda que la administración mantiene con la vecina quede finiquitada- Redó interpondrá la correspondiente reclamación por daños y perjuicios.

"No sólo fue el coste de la reparación, también hubo dos partes por lesiones que se produjeron a consecuencia del estado de la rampa. Espero que todo el mundo haya tomado nota de cuáles son sus competencias y responsabilidades y que, cuando llegue el momento, apechuguen", zanja Redó.